Por Ezequiel Ré (Especial para ANÁLISIS)

Los jugadores de Patronato le rindieron homenaje al ciclo terminado de Walter Perazzo, el entrenador que lo dirigió el sábado por última vez y el domingo asumió en Temperley. Un feo 0 a 1 que eleva a nueve partidos sin victorias y lo deja en Promoción de la Zona A. Una meseta indecisa de fútbol, donde la ambición ofensiva, parece estar cajoneada.

Mucho viento en el estadio Grella, a la hora señalada, la indicada para completar los 45 minutos del empate 0 a 0 que sostenía por la fecha 11, Patronato y San Miguel.

Mucho viento que no se llevó las malas vibras futbolísticas del ciclo Walter Perazzo, como DT.

El semi partido terminó con una triste derrota, con un equipo que vino a buscar llevarse un punto (los dirigidos por Gustavo Coleoni) pero de contragolpe lo resolvió y otro que no innovó en esquema y pagó caro su pobreza franciscana de ataque y que cuando queda expuesto al contragolpe es una digna película de terror.

Patronato pagó caro sus nulas ganas de atacar y poner gente en ataque. Es más, le rindió homenaje a Perazzo. Cuatro defensores, cuatro volantes, un enganche y un punta. Uno solito. Solito en su soledad. Y en el Grella. De local.

Se eligió no perder y perdió (José Valencia fue el único delantero), pese a anunciarse ofensivo con la velocidad de Fabricio Sanguinetti, por izquierda. Pero el delantero, devenido a volante, al igual que Emiliano Purita, estaba más preocupado por obstruir la salida de los volantes de San Miguel, que relamerse en gestión de ataque.

El resto, lo conocido. Gustavo Turraca, tratando de darle lucidez al medio Ezequiel González, buscando ser salida desde el doble cinco. Pitu González, un poco aquí, otro poco allá.

Un breve interinato de Marcelo Candia, que prefirió no tocar piezas y dejar todo como está. Y lo pagó con derrota.

Entendible tal vez la falta de audacia desde el punto de vista que a pocas horas no se pudo cambiar mucho.

Quién sí tendrá que meter mano profunda será el nuevo entrenador (Alfredo Berti o Lucas Bovaglio los que más chances tenían hasta hace un rato). Berti, Bovaglio o el que venga tiene que reiniciar el chip de un plantel mal conformado. Responsables: la dirigencia (¿quiénes eligen los jugadores, porqué no suben pibes de inferiores, no traen refuerzos de jerarquía) y el cuerpo técnico de Patronato saliente. Ningún cuerpo técnico profesional se puede equivocar tanto a la hora de un armado de plantel. Triste momento del campeón Copa Argentina 2022, del participante de Copa Libertadores y Sudamericana.

Volviendo al partido. En el primer tiempo Patronato generó algunas corridas, y en el segundo inundó a centros el área rival, donde Valencia nunca tuvo acción. Y de yapa, de contra, ganaron los de verde.

Lo negativo. No levanta cabeza el Patrón. Lo positivo. La llegada de un nuevo técnico trae cierta esperanza a un plantel hoy desahuciado. El pueblo rojinegro entristecido.