Marcelo Comas
El seleccionado argentino de sóftbol iniciará el fin de semana un periplo internacional que desembocará en una gira por Venezuela, instancia que en primera medida utilizará para pulir detalles de cara al Torneo Panamericano que se desarrollará en septiembre en Hermosillo, México. La delegación nacional tiene previsto partir a suelo caribeño el viernes desde el Aeropuerto de Ezeiza. En el conjunto albiceleste se destaca la presencia de nueve jugadores de nuestra ciudad, entre los cuales figuran: Julio y Andrés Gamarci, Fernando Petric, Pablo Montero, Matías Tessore, Bruno Motroni, Gustavo Godoy, Nelson Ruiz Díaz y Nicolás Bittor. Además, se cuenta en el cuerpo técnico al coach de pitcheo paranaense, Oscar Bolzán, y al asistente de coachs, el australiano Mike Stapleton. En diálogo con ANALISIS, Julio Gamarci y Oscar Bolzán señalaron los objetivos a seguir por el equipo nacional en este viaje y cómo se piensa encarar la preparación con vista al próximo Mundial.
De acuerdo a lo previsto por los organizadores de la gira, el regreso a la Argentina se fijó para el 10 de julio. La intención primordial de los entrenadores pasa por aprovechar este viaje para disputar encuentros internacionales ante rivales de fuste que puedan exigir a nuestro representativo y así llegar de la mejor forma a la cita latinoamericana. Por tal motivo, en esta oportunidad se incorporó al grupo permanente de trabajo al australiano Mike Stapleton, con el cual se piensa reforzar el desempeño de los pitchers y aumentar las posibilidades de conseguir un máximo rendimiento en esa faceta técnica.
En tal sentido, los integrantes del elenco albiceleste se preocuparon en demasía por lograr el tan necesario roce internacional, el cual incrementa el nivel técnico de los softbolistas y da el parámetro para saber dónde está parado uno a la hora de competencias exigentes como un Mundial o un Panamericano, en donde se hacen presentes grandes exponentes del deporte del bate y se torna por demás complicado enfrentar a las potencias sin tener una preparación adecuada física y deportivamente.
De más está decir que a esta altura de las circunstancias la cuestión económica se ha convertido en un problema insalvable que determinó la suspensión de la Gira de la Selección Femenina, ya que era imposible desde la dirigencia nacional solventar los pasajes de la totalidad del plantel y el cuerpo de entrenadores.
En el recuerdo
En 1978 se produjo un acontecimiento trascendental para los jugadores de este deporte en nuestra ciudad y del sóftbol en general, porque en noviembre de ese año se logró un viejo anhelo, o sea la concreción de la primera gira internacional realizada por un equipo argentino. El periplo abarcó Colombia, Venezuela, Antillas Holandesas y Puerto Rico, donde se jugaron numerosos partidos contra equipos muy experimentados; ello dio la posibilidad de adquirir conocimientos técnicos y culturales que permitieron luego un desarrollo interesante en lo deportivo y personal, y se logró además insertar el sóftbol argentino en el orden internacional. De alguna manera se puede decir que ese año el sóftbol “se puso los pantalones largos”. Entre los jugadores que consumaron esa experiencia se puede mencionar a Juan Carlos Godoy -actual director de Deportes municipal-, César Montero, Horacio Olivera, Andrés Meglio y Oscar Pocho Bolzán, que en esta ocasión será parte una delegación nacional pero en calidad de entrenador de pitcheo.
Otro de los hitos que marcó a fuego a una representación argentina en el exterior fue el hecho de haber participado durante 1980 en una serie de juegos en Canadá y que seguidamente actuó en el Quinto Campeonato Mundial de Tacoma (EE UU) con una destacada actuación. A su vez, en 1983 la Selección Argentina participó por primera vez en los Juegos Deportivos Panamericanos disputados en Caracas (Venezuela), donde logró la hazaña de vencer al poderoso conjunto de Estados Unidos, la primera derrota que sufre un conjunto norteamericano -ostentaba el título de campeón mundial- a manos de una selección norteamericana en torneos oficiales.
Después se sucedieron las siguientes competencias en el ámbito internacional que entregaron diferentes posiciones y rendimientos del conjunto albiceleste: sexto Campeonato Mundial en Midland (Estados Unidos) en 1894, donde se plasmó una notable performance ocupando el sexto puesto; nuevamente, en 1985, jugadores de la capital entrerriana formaron parte de un periplo por suelo extranjero al intervenir en el Segundo Panamericano de Sóftbol, en la ciudad de Medellín, Colombia, donde lograron la clasificación para los Juegos Deportivos Panamericanos que se disputaron en Indianápolis. Finalmente, a fines de la década del 80 un grupo de exponentes del medio local se inscribieron en la historia de la disciplina al ser convocados a la Selección Nacional que disputó en Indianápolis los XX Juegos Deportivos Panamericanos.
Como es sabido, en años posteriores el deporte creció sostenidamente en su estructura formativa, lo que permitió renovar constantemente el plantel nacional en su rama mayor; y la premisa de la dirigencia fue enviar periódicamente delegaciones al exterior en pos de mantener el nivel respecto de las demás potencias del planeta. Sin embargo, tal intención se ve truncada en estos momentos por la negligencia de algunos pocos que no cuentan con la suficiente inteligencia para organizar giras alrededor del mundo, dado que no sólo el dinero es necesario en este tipo de iniciativas, sino que mucho tiene que ver la mano de los entes rectores relacionados con este deporte a la hora de plasmar ideas en hechos concretos.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
