Quilmes y Patronato empataron 2 a 2 por la fecha 12 de la Primera Nacional.
Por Ezequiel Ré
(Especial para ANÁLISIS)
Partido de locos en el Centenario. Finalmente, Quilmes y Patronato empataron 2 a 2 por la fecha 12 de la Primera Nacional. Lo ganaba la visita, lo dio vuelta el local y finalmente el Trencito Valencia le dio respiro al proceso del DT Perazzo. Pero algo cambio en el Santo. No fue amarrete y buscó el ataque por ataque para rescatar un punto que puede ser el punto de partida.
El primer tiempo de Patronato ante el Cervecero, alejó fantasmas y acercó ilusiones. Con un esquema cercano al 4-4-2 repitió la intención de ser el invitado a la boda y generarle el compromiso de la tenencia de la pelota al local. Pero en este caso los de Perazzo, fueron sólidos en defensa, y con la recuperación de la bocha trataron de filtrar bochas con peligro de gol, para la corrida por izquierda de Sanguinetti o derecha de Coronel.
Este esquema de esperar y contragolpear puso nervioso a los dirigidos por Franco, que no encontraron espacios para poder desnivelar con sus dinámicos volantes y su rápido delantero Tomás González. Tanto fue así que las dos jugadas claras de gol llegaron por remates de media distancia.
Con un mejor inicio de Quilmes, el Santo lo fue equilibrando hasta que llegó ese endemoniado derechazo de tiro libro del “Pitu” González que se colgó bien en la unión del travesaño y el palo izquierdo. Un gol tremendo que le daba la victoria parcial sobre el líder de la Zona A, quitándole además el invicto.
El segundo tiempo fue de características similares, aunque Quilmes obligado por la circunstancia de tener que buscar el empate, aflojó el esquema y metió gente de mayor predicamento ofensivo.
Pero el empate lo conseguiría un defensor, Tévez, aprovechando un rebote que dejó Salvá tras un disparo cruzado.
Patronato estaba en partido a pesar que Bordagaray casi lo deja con las manos vacías a falta de 18 para finalizar el juego y lo mismo el Rayo González con una chilena que esta vez rechazó el arquero Santo.
Patrón movió el banco para tratar de embarullar el partido en el sector medio. A la cancha el volante lateral Maciel y el enlace Barinaga. A diferencia de otros partidos, los de Perazzo no se quedaron en la dulce espera y plantearon con sus armas, un partido de ataque por ataque.
Y entonces llegaron más goles. Bordagaray para el local y el Trencito Valencia (había ingresado minutos antes) para darle el premio que merecía por el esfuerzo desarrollado.
Empate ante el puntero y una unidad que alivia al criticado proceso de Perazzo. Con un esquema algo más sólido, sin dudas que dé dio muestra de carácter. Jugó como equipo de Primera Nacional. Bienvenido al torneo y que la actuación de esta noche, se espera, no haya sido una ilusión óptica.