Pablo Rochi

Echagüe quedó eliminado del Torneo Nacional de Ascenso mucho antes de lo que la mayoría imaginaba. En un campeonato parejo y muy equilibrado el conjunto de Paraná quedó fuera de competencia en octavos de final, tras perder la serie de playoffs ante el muy buen equipo de Independiente de Neuquén.

El AEC se fue aplaudido por su gente tras la derrota de local, pero lo cierto es que se esperaba más de un plantel con jugadores interesantes. Y es cierto que Echagüe pagó caro los padecimientos que tuvo que soportar durante la campaña.

Arrancó perdiendo cinco juego en forma consecutiva y se dio cuenta tarde que el paraguayo Guillermo Araújo no era el extranjero indicado. Posteriormente sufrió la salida inesperada de su prestigioso entrenador, Horacio Seguí, quien dejó el equipo en pleno campeonato para irse a dirigir Paraguay. Luego, en el momento más caliente del certamen, también soportó otra renuncia, la de Rock Winston, quien dejó el plantel sin aviso y de un día para el otro.

Entre tantos vaivenes el equipo intentó acomodarse a las circunstancias. Tuve empeño, ganas y sacrificio, pero los resultados no fueron los deseados. Se armó para pelear lo más arriba posible y terminó cediendo en octavos de final.

Sebastián Porta, uno de los referentes del grupo, dio la cara y, mano a mano con ANALISIS, habló de la actuación de su equipo, del dolor y la impotencia de haber quedado afuera y aceptó que lo hecho no cumplió con las expectativas que se habían generado en el arranque de la competencia.

-En los dos primeros partidos en Neuquén estuvieron muy cerca de ganar, al menos, un juego; vinieron a Paraná y cuando estaba la esperanza de empatar la serie tuvieron una noche negra, todo salió mal y quedaron eliminados.
-Tal cual, es así. Fue muy triste. Me parece que este tercer encuentro que perdemos de local ante Independiente fue el peor partido que jugamos en todo el año, y nos tocó justo en el momento del campeonato en el que necesitás jugar de la mejor manera posible. No hay que escaparle a la verdad. Ellos hicieron su trabajo, fueron simples, estuvieron concentrados y nosotros, en cambio, tuvimos una noche muy mala, no hicimos lo que teníamos que hacer y quedamos afuera del torneo. Una lástima.

-Echagüe armó, a diferencia de otras temporadas, un plantel interesante, con juventud, con experiencia y con la debida antelación para trabajar e intentar hacer lo mejor posible. Sin embargo, quedaron en octavos de final. ¿Te quedaste con bronca, con impotencia, estás muy enojado?
-Es un poco de todo. Las sensaciones negativas que vos encuentres es lo que sentimos todos. Recién dije que esta eliminación es una lástima porque si vamos al punto exacto, las expectativas de este año, con el grupo que se había conformado, no eran estas de quedar afuera en octavos. Esa es la verdad y no la vamos a cambiar. La sabemos y la aceptamos. Para esta temporada la dirigencia había decidido continuar con un proyecto interesante, dejar una buena base del plantel del año pasado, al principio con el mismo técnico (N. de la R.: Horacio Seguí). Al mismo tiempo el club contrató gente importante, como Santiago Vesco y Oscar Heis que venían de ascender en la edición anterior. Entonces lo que se había generado era bueno, era interesante. Si hacemos un balance tuvimos un mal arranque en el campeonato, con cinco derrotas seguidas que sin dudas nos perjudicó para el futuro. Después, con el correr de las fechas el equipo se acomodó, ganó un par de partidos, se hizo fuerte de local y empezó a entusiasmar. Después con la llegada de Louis Truscott pensamos que podíamos estar un paso más arriba porque él nos dio una gran mano. Lamentablemente ya en playoffs estuvimos cerca en Neuquén aunque perdimos los dos juegos y después acá, tras una mala noche, quedamos afuera del campeonato.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)