P.R.
El remo del Paraná Rowing Club volvió a ratificar el muy buen trabajo que desarrolla con sus palistas y, una vez más, una de sus jóvenes promesas fue convocada para integrar la Selección Argentina de la disciplina. La flamante citación no es una más ya que tiene su particularidad y se trata de una historia que merece ser contada.
Días atrás, el paranaense Emiliano Calderón integró el equipo argentino Juniors que participó y ganó la medalla de oro en la copa América de remo que se disputó en Buenos Aires.
Emiliano es un joven competidor con notables condiciones y un futuro enorme. El pibe de 16 años y 1.90 de altura es hijo de Gustavo Calderón, el eximio remero que también surgido del Rowing llegó a competir en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, en 1984.
Está claro que por las capacidades de Emiliano y su interesante proyección, sumadas a las condiciones heredadas, surge un combo de oportunidades que entusiasma no sólo a los protagonistas en cuestión, sino también a quienes llevan adelante el proyecto juvenil del remo argentino.
Emiliano viene de participar de su primer torneo internacional con el equipo argentino. Representó al elenco nacional junto con el santafesino Bautista Barreto (Regatas, Santa Fe), otro muy buen exponente. Ambos hicieron un trabajo magnífico en la competencia. Ganaron y entusiasmaron.
“La Copa América en remo es una Regatas de 2000 metros de la cual participan la mayoría de los países de este continente. Desde ya que en la previa estaba muy nervioso. Fue mi debut con el equipo argentino y en la primera semana de entrenamiento sentía mucha ansiedad. A medida que pasaron los días me aflojé y me sentí mucho mejor. Eso me sirvió para rendir muy bien durante el certamen”, dijo el protagonista.
Después de este logro, tanto el paranaense Calderón como el santafesino Barreto tienen grandes posibilidades de ser nuevamente convocados para integrar el equipo nacional que disputará el Campeonato Sudamericano de Remo a llevarse a cabo en Río de Janeiro, Brasil, del 26 al 28 de abril.
“La verdad es que estoy muy contento. Es la primera vez que me convocan para la Selección y estaba muy nervioso. Tenía temor de no poder remar como lo sé. Por suerte salió todo muy bien y ahora sueño con una nueva convocatoria”, dijo el pibe, quien de chico jugó al fútbol y al básquet, y que recién a los 13 años se inclinó por el remo.
“Por aquel entonces entrenaba básquet y remo. Me decidí por éste último. Mi papá era el entrenador, me gustó más el tema de estar en contacto con el río y fue así que me metí de lleno”, agregó el joven.
Claro está, ser hijo del Olímpico Gustavo Calderón tiene una gran ventaja: la de tener al alcance de la mano un competidor que dejó huellas importantes y un conocedor en la materia.
"Antes no lo hacía tanto pero ahora sí charlo con mi papá sobre algunas cuestiones. Cuando estamos comiendo o en algún tiempo libre le pregunto sobre alguna duda que tengo estando arriba del bote. Lógicamente sé de su historia y aprovecho su experiencia para poder conocer más sobre el remo", dijo el pibe, un verdadero diamante en bruto que habrá que pulir con paciencia.
(Más información en la edición gráfica número 1094 de la revista ANALISIS del 4 de abril de 2019)
