Daniel Tirso Fiorotto
(especial para ANALISIS)
Los docentes entrerrianos reciben los peores sueldos de la Argentina. Pero éste no es el único motivo que desmoraliza a los maestros. Dicen que desde la sanción de la Ley Federal de Educación en adelante la brecha entre ricos y pobres se amplió, que las escuelas de adultos reciben a muchos jóvenes desplazados del sistema y no tienen concursos ni recursos adecuados, y que el gobierno también toma ámbitos de la educación con espíritu clientelar, y paga facturas partidarias. Afirman que las demoras en la reparación de escuelas echó por tierra los argumentos del gobierno en la defensa de la contratación directa de las obras en lugar de realizar licitaciones, y que la precarización reina en las escuelas con parte de los sueldos en negro y personas que por planes de 150 pesos en negro cumplen funciones de ordenanzas.
En Entre Ríos hay docentes con 15 años de antigüedad que son suplentes, y no pueden titularizar por el desmadre del sistema que dificulta los concursos. Existen numerosos docentes de establecimientos de adultos elegidos a dedo por punteros políticos, con anuencia del partido en el poder. Una directora de escuela con 18 años de antigüedad puede cobrar 650 pesos de bolsillo, es decir, un sueldo por debajo de la línea de pobreza, o quizá se salve con unos pesos que agrega el incentivo nacional.
Y lo que es peor: después de años con graves dificultades económicas y sociales, en el momento en que el Estado aumenta los presupuestos por las mejoras en las recaudaciones, baja el porcentaje destinado a la educación e incumple nuevamente, como casi siempre, con la Constitución Provincial que ordena sabiamente que el 25 por ciento de las rentas generales vaya educación.
En el inicio del ciclo lectivo, ANALISIS acudió a maestros y profesores para conocer el ánimo con que encaran el nuevo año y enumerar algunos de los problemas que ellos ven sin solución por el momento, y sus propuestas.
La cantidad de asuntos pendientes apuntados por trabajadores de Paraná muestra un panorama inquietante y preanuncia otro año conflictivo. Lo que sigue es una síntesis de los llamados de atención de los docentes consultados en diversas escuelas. La magnitud de estos problemas fue corroborada e interpretada luego en diálogo con César Baudino, Roque Santana y Mónica Ruiz, directivos de la seccional Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER).
“Iniciamos el nuevo ciclo sin cambios. Sigue muy vigente la Ley Federal de Educación que es la matriz ideológica de los años ‘90 donde se ha concentrado la economía, la riqueza, la tierra, y también se ha concentrado el conocimiento y la brecha de las desigualdades es cada vez mayor”, dijo el profesor Baudino.
“Lo único que rescatábamos de la Ley Federal de Educación era el financiamiento en los artículos 60 al 65 donde en cinco años se duplicaba la inversión en educación, llegando al siete por ciento del Producto Bruto Interno; hoy estamos en el tres”, apuntó.
“Se avanzó sobre la carrera docente y se intentó mercantilizar la escuela. La ley habilitó a que surjan las escuelas particulares. La escuela pública terminó siendo la caja de resonancia de la sociedad con hambre, desocupación, enfermedades, y el que tenía algunos pesos mandó sus chicos a la escuela particular (hacemos la diferencia con las confesionales, que entendemos que en su mayoría surgieron por necesidades propias), con lo cual la brecha social se agrandó aún más”, acotó Baudino.
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