Sandra Míguez
Más de 10 millones de niños mueren cada año en los países en vías de desarrollo, la vasta mayoría por causas prevenibles a través de la combinación de buen servicio de salud, nutrición y acceso a los tratamientos médicos. Pero también más de 50 millones de mujeres sufren una carente salud reproductiva y serios problemas a raíz de enfermedades durante el embarazo. Cada año más de 500.000 mujeres mueren por complicaciones en el embarazo y el parto. Si bien esto obedece a un complejo proceso, en el cual se suman diversas variables, existe un consenso generalizado que identifica a factores como las condiciones de vida, la pobreza y la marginalidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) fijó como meta prioritaria para este año el tema de la salud materno infantil. El 7 de abril es el Día Mundial de la Salud, y para este 2005, la OMS ha definido una campaña bajo el lema “Cada madre y cada niño contarán”, por la cual se pretende generar el debate y propiciar una toma de conciencia sobre la intervención de políticas de Estado, a través de nuevas tecnologías que reviertan en gran medida los lamentables índices de mortalidad.
Todos los años mueren en el mundo más de medio millón de madres por causas relacionadas con el embarazo y el parto, mientras que millones de niños pierden la vida en el parto y en la primera infancia. Un número aún mayor padece mala salud y desnutrición, señala la OMS en sus informes anuales, y agrega que el grupo que corre mayor riesgo de muerte son los recién nacidos (de cero a 28 días).
Como parte de la inequidad en torno a las posibilidades para desarrollar una vida dignamente, se plantea que un registro mayoritario se da en países de ingresos medios y bajos, y dentro de ellos los sectores pobres son los que más sufren.
ANALISIS entrevistó al doctor José Antonio Pagés, representante de OPS/OMS en Argentina, para compartir las expectativas del trabajo regional y conocer las metas respecto al lema de la organización para el 2005.
“Cada año, el 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, en donde la OMS y los estados miembros deciden seleccionar una temática basada en cuestiones preocupantes a través de la cual se pueda generar una movilización de las capacidades de los diferentes países y dentro de los países mismos, con la finalidad de generar estados de opinión, favorecer la elaboración de propuestas, de políticas, de programas, dedicadas específicamente a esas temáticas, y analizar también la situación que en el mundo se produce en relación con estos temas, para firmar algunos acuerdos desde el punto de vista internacional, así como desde lo que acontece en nuestros países”, explica Pagés.
“Este año el lema está asociado a la salud de la madre y de los niños recién nacidos, y una de las cosas que ha llevado a la OMS, junto a los países miembros, a elegir esta temática es el hecho de ver que estamos viviendo una situación en la que por un lado se dispone de conocimiento, de información, de tecnología para poder prevenir muertes que están ocurriendo en el mundo y que podrían evitarse con la utilización de esas tecnologías” explica Pagés para dar cuenta del desarrollo que ha tenido en los últimos años la ciencia médica y la tecnología, así como las salas de Neonatología que permiten una intervención directa ante un problema de salud específico, en un momento de vulnerabilidad como es el del nacimiento.
Aún así, Pagés entiende que queda mucho por hacer, ya que la realidad muestra otra cara. “Lamentablemente, la mortalidad infantil, si bien ha decrecido como promedio a nivel mundial, es preocupante como hay grupos de países que en los últimos 10 años no han podido obtener los logros que deberían con el nivel de desarrollo que la humanidad está alcanzando”.
“Por otro lado -agregó-, lo mismo acontece en función de los datos de las muertes maternas. Es un tema que sigue preocupando, son datos todavía muy elevados que nos deben llevar a generar una capacidad de movilización y de concientización importante para llevar a fortalecer los compromisos de todos y la responsabilidad de la salud con las personas”.
“No hay razones, a esta altura del desarrollo que está teniendo el mundo, para que sigan muriendo madres por traer una nueva vida, y tampoco por las muertes infantiles que se están produciendo”, asegura el representante de OPS/OMS en Argentina.
En este sentido, quienes analizan estos temas y los factores de incidencia dan cuenta que en esta problemática se manifiesta el deterioro económico y social de amplios sectores de la población, las fallas en la atención primaria y la mala calidad de atención en la cura de procesos infecciosos. En otras palabras, la inequidad social por la cual una gran parte de la población -y de acuerdo al lugar donde vive- no cuenta con los elementales servicios básicos para una cobertura de la salud.
Si bien los últimos datos de mortalidad neonatal difundidos oficialmente por el Ministerio de Salud de la provincia marcan un leve descenso en las estadísticas, para Pagés aún queda mucho por hacer ya que la disminución no es rotunda cuando en realidad el 60 por ciento de esas muertes son evitables.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
