Américo Schvartzman
(desde Concepción del Uruguay)
Uno de los comerciantes a los que se les secuestró mercadería vencida es proveedor de los comedores escolares y hasta hace poco también de los que dependen del municipio. Las sospechas de irregularidades siempre sobrevolaron la distribución de planes de asistencia. El escándalo provincial y su estallido local refuerzan esas sospechas.
La denuncia por la venta de alimentos pertenecientes a un plan de asistencia amenaza con revelar el funcionamiento de toda la estructura clientelar con ribetes delictivos sobre la que se asienta la actividad política en la ciudad y en la zona.
Según lo aseguraron a El Miércoles fuentes vinculadas al ámbito, las irregularidades siempre sobrevolaron la distribución de alimentos y planes de asistencia en Concepción del Uruguay, y la conexión entre punteros políticos y funcionarios encargados de la coordinación de los planes con los principales dirigentes del partido de gobierno, no son desconocidas para nadie.
Lo llamativo es que esta vez haya saltado. Los rumores indicaban desde hace un par de semanas que la ciudad no era ajena a los escándalos que estallaron en la provincia y que terminaron costando el puesto de la ex ministra Graciela Degani. Ahora, mientras los funcionarios municipales y provinciales salen a “aclarar” (algunos medios titularon que “siguen investigando”, cuando en realidad, son ellos los “investigados”) la hipótesis más difundida por las autoridades es que los alimentos provendrían de otra localidad, ya que en el Hospital, tras “exhaustivas” verificaciones, no se detectaron faltantes.
Que tal te queda
El jueves 14 de julio, saliendo al cruce de las versiones que ya corrían por la ciudad, un comunicado de prensa enviado por la Municipalidad de Concepción del Uruguay daba cuenta de la situación: sin dar demasiadas precisiones, informaba sobre procedimientos realizados a partir de una denuncia, por la venta de alimentos vencidos y otros procedentes de un plan de asistencia dependiente del Estado nacional. Así lo confirmó el secretario de Gobierno, Luis Carrozzo, a Miércoles Digital, que esa misma tarde publicaba la noticia que al día siguiente fue tapa de los principales diarios de la provincia.
A raíz de la denuncia realizada sobre la supuesta venta de leche en polvo presumiblemente perteneciente al Programa Materno Infantil (Promin), la Secretaría de Gobierno ordenó realizó un procedimiento que permitió hallar en un negocio ubicado en la zona de las 153 viviendas, 12 paquetes de un kilogramo de leche en polvo marca Sancor perteneciente al Promin. Las cajas tenían cortes en donde se encontraban las etiquetas del programa social y se intentó eliminarles las leyendas que prohíben su comercialización. Esos productos no estaban vencidos. Junto con esas cajas, se encontraron otros productos a la venta a los que se les había intentado borrar, con un elemento cortante, las fechas de vencimiento, y en otros casos adulterarlas: mayonesa, harina, harina para pizza y otros.
El comerciante -que posee una despensa sin nombre en ese barrio y no muy buenas referencias, al menos entre los propios funcionarios municipales- se apellida Luis Vergara. Ex propietario de un local nocturno que tenía por nombre “Qué tal te queda el moño”, el dueño de la despensa no tiene habilitación municipal. Según los funcionarios, no quiso dar pistas sobre el origen las cajas de leche. En cambio, cuando se le encontraron los otros alimentos, no tuvo muchos reparos en “mandar al frente” a quien se los había provisto: “Fue el Flaco Balestrini el que me los trajo”, escupió Vergara. Así se realizó el otro procedimiento, en el mercadito que este otro comerciante posee sobre el bulevar Díaz Vélez, casi Galarza. Allí se encontró más mercadería vencida.
Balestrini es uno de los principales proveedores de los comedores escolares de Concepción del Uruguay y hasta hace poco tiempo, también de los comedores municipales. Según un funcionario municipal, hace rato que no se presenta a las licitaciones, después de un problema que tuvo con una factura que el Municipio no le pagó.
Tanto la mercadería de Vergara como la de Balestrini fueron incautadas o secuestradas y se dio participación a la justicia provincial. Las actuaciones se iniciaron en el Juzgado de Instrucción Número 2, de la doctora Estela Natal de Rebossio, pero la jueza entraba en feria ese mismo día, por lo que la causa quedó en manos de su reemplazante hasta el 24 de julio, el juez de Menores José Luis Polimeni.
Una parte de la mercadería secuestrada quedó depositada en la Jefatura de Policía y otra parte en la Municipalidad. Ahora el Juzgado requirió al Municipio que se la envíe.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
