Sandra Míguez
La noticia despertó a la aletargada ciudad de Santa Elena, devastada de expectativas y de proyectos laborales. De acuerdo a un estudio realizado por la ONG Redes, se habrían detectado 515 casos de cáncer en 400 familias de esa ciudad. La cifra -de acuerdo a la opinión de especialistas médicos- no se corresponde con los índices que generalmente se registran en una población de 20.000 habitantes, donde de acuerdo a estos datos ya existiría una incidencia del 2,5 por ciento de la población afectada por la enfermedad. El doctor Juan Francisco Vega, clínico generalista, miembro de Redes, manifestó que en la encuesta realizada por alumnos de séptimo y octavo año para su proyecto a presentar ante el Senado Juvenil se preguntó si existía alguna persona enferma o si se conocía a algún familiar que padeciera de cáncer. Existen demasiadas dudas respecto de la metodología del estudio y poca evidencia científica sobre el tema en cuestión.
Juan Francisco Vega es el médico que integra Redes, una organización no gubernamental de Santa Elena que dirige, entre otros, el proyecto denominado “Sí a la vida, no al cáncer” y pretende que los organismos de control de la provincia investiguen las causas que generan el alto índice de mortalidad por cáncer. Según el estudio que contó con el asesoramiento del Vega, se detectaron 515 enfermos de cáncer en 400 familias de esa localidad, algo sumamente llamativo, que significa que en cada familia relevada se encontraron con 1,3 personas afectadas por la enfermedad.
Pero no sólo esto llama la atención; luego de consultar al doctor Vega por la forma en que se encaró el relevamiento, y fundamentalmente apuntando a ver qué tiempo comprendía el estudio, primero afirmó que eran datos actuales y posteriormente sostuvo que de los 515 pacientes muchos habían fallecido en la última década.
Si bien es cierto que los profesionales médicos cada día encuentran más evidencias del impacto que tiene en la salud la utilización de agroquímicos, así como la contaminación del ambiente con PCB, o las dioxinas halladas en alimentos, o el agua, también es de destacar que los números presentados por Redes no se condicen con la realidad, sobre todo teniendo en cuenta que en el hospital de Santa Elena existirían tan sólo 60 pacientes bajo tratamiento.
“No creo que estos datos sean fidedignos”, afirmó un destacado oncólogo consultado por ANALISIS y agregó “hay que ser cautos y no generar alarma sobre estos temas; pero en principio no me parece que esta cifra sea correcta cuando en la costa del Paraná se da un promedio de 25 nuevos casos mensuales”.
El dato, aportado por el profesional, da cuenta de los casos que se registran en un centro asistencial al cual son derivados la mayoría de los pacientes con esta afección provenientes de la costa del Paraná.
Con ello podemos realizar un cálculo estimativo que ubicaría a Entre Ríos con un registro anual aproximado de 600 casos, un poco más de la cifra que denuncia Vega para Santa Elena.
Para algunos la preocupación del médico santaelenense reside en la necesidad de contar con mayor apoyatura del gobierno provincial, sobre todo en aparatología, para detectar precozmente los probables casos de la enfermedad. Desde la cartera provincial de Salud se encomendó a una comitiva para que analice especialmente los datos surgidos del relevamiento de Redes “con rigor científico y la prudencia del caso”, tal lo manifestado por el propio ministro de Salud y Acción Social, Gustavo Bordet.
Mientras tanto, Vega brega por que se revisen los transformadores eléctricos con PCB, “ya que era frecuente su utilización en la ciudad y en la planta frigorífica, donde estaban en contacto permanente más de 1.000 trabajadores”, y también reclamó que se midiera la clorificación del agua, debido a que el dosificador no funciona hace diez años, por lo cual entiende podría ser éste uno de los factores que dan lugar a los casos de cáncer de vejiga, colon y recto. Según expertos consultados por el presidente de Redes, el procedimiento utilizado para la cloración es inapropiado.
Para tener un breve marco de referencia para comprender el tema es importante presentar algunos datos estadísticos como los últimos reportes internacionales de los Anales de Oncología, dados a conocer en enero de este año, donde se habla de una incidencia de 150 casos mortales en hombres cada 100.000 habitantes para nuestro país, al igual que Chile, siendo las tasas más altas registradas en el reporte internacional. Sin embargo esta tasa se encuentra demasiado por debajo de la que denuncia la organización Redes en la localidad del norte entrerriano.
En la Argentina, la tasa de mortalidad por cáncer cayó casi un 4 por ciento en la última década, según el Atlas de Mortalidad por Cáncer, ya que entre los años 1997 y 2001 murieron 266.546 personas por tumores malignos (el 18,8% de las muertes totales).
Se sabe que en las mujeres argentinas, el tumor más mortal fue el de mama (20,4 por ciento). Luego, el de útero (10,7 por ciento), el de colon (nueve por ciento) y el de pulmón (6,9 por ciento). Un dato llamativo fue que el cáncer de pulmón cayó en los varones del 39 por ciento al 35 por ciento respecto del informe anterior. En las mujeres, subió del 6,1 por ciento al 6,9 por ciento, algo que los médicos atribuyen al cigarrillo.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
