La interna en el justicialismo de cara al año electoral 2007 ya está instalada. El bustismo reparte sus energías y entusiasmo entre lo que denominan Plan A y Plan B. El primero implica que la reforma de la Constitución Provincial se apruebe en la Cámara de Diputados. “Se abrió una puerta en el sector del ex gobernador Sergio Montiel, pero eso no alcanza”, afirman desde oficialismo. La alternativa del bustismo para mantenerse en el poder es la precandidatura de la esposa del gobernador, Cristina Cremer. En un acto del Día de la Militancia, la primera dama se probó el traje de precandidata, pero será en febrero, en Villaguay, su lanzamiento formal, si no hay avances con la posibilidad de reelección del actual mandatario. Desde otra vereda justicialista, el intendente de Paraná Julio Solanas dijo que está en carrera, y apuesta a acaparar el apoyo del Presidente Néstor Kirchner y a meter a sus funcionarios en los barrios. Desde sus filas esperan que las agitadas aguas de la interna se tranquilicen, porque saben que en un enfrentamiento sostenido las peores heridas podrían ser para el gobierno comunal.
Jorge Riani
No se trata de cuestiones de Estado. No es una instancia en la que pese mucho la calidad de gestión. No vale el superlativizado logro del pago de sueldos en tiempo, ni generan ningún peso negativo las noticias de que el gobierno provincial tiene en mente ocupar los lugares que habrán de quedar vacantes en el Superior Tribunal de Justicia con nombres de indeleble identificación bustista. Nada de eso importa en esta instancia interna del Partido Justicialista en la que lo que se decide es, nada más ni nada menos, en manos de quién quedarán las riendas del poder de una fracción política con las chances más claras de volver a ser gobierno en 2007. Busti, Solanas; Solanas, Busti: por el momento las respuestas hay que buscarlas entre estos dos apellidos.
Mientras se desdibuja la oficialista ilusión de aprobar la reforma de la Constitución Provincial, las huestes del gobernador Jorge Busti se convencen cada día más de que lo que se pensó como un modo de presión debe terminar siendo la oferta electoral definitiva. Esto es: que la posta del poder pase de mano a mano dentro del matrimonio Busti-Cremer.
Para el oficialismo provincial, el anuncio de “estoy en carrera” que formuló el intendente de Paraná, Julio Solanas, dejó en claro que el camino hacia la interna justicialista se echó a andar, y aseguran que fue ésa la frase que despabiló los ánimos y precipitó el virtual lanzamiento de la candidatura de Cristina Cremer de Busti en el acto por el Día de la Militancia que se realizó el viernes último en el Recreativo Bochas Club de Paraná.
“Tenía que ser en Paraná, porque es aquí donde hay que dar la lucha principalmente”, justificaron los organizadores, muy conscientes de que es el intendente de la capital provincial quien hoy aparece como el contrincante interno más decidido.
El bustismo no iba a dejar que se apague su poder sin dar batalla, está claro. Que la primera dama y titular del área de Discapacidad del gobierno provincial sea la candidata es, en términos de poder, exactamente lo mismo que el candidato sea el propio gobernador. El lanzamiento de Cremer, de paso, sirvió para se comenzaran a jugar posicionamientos en las segundas líneas de la dirigencia del seno bustista. En ese sentido, el vicepresidente del Partido Justicialista, José Cáceres, sacó algunos cuerpos de ventaja sobre otros referentes de ese sector, al ser el organizador de un encuentro que con el correr del tiempo puede quedar patentizado como el puntapié inicial de la batalla del bustismo por sobrevivir.
Cáceres siempre apeteció el poder territorial paranaense que ostenta Solanas, y es consciente de que el intendente no podrá estar en carrera en 2007. Pero también hay quienes dicen que el entusiasmo era tal el viernes pasado, que el titular del Instituto Autárquico Provincial de la Vivienda (IAPV) no dejó de pensar que “si Cristina es la candidata, van a necesitar a alguien de la costa del Paraná para completar la fórmula”.
¿Qué va a ser Busti si no es gobernador?, se preguntó. “Presidente del partido”, fue la respuesta que revela el modo en que el bustismo imagina el futuro si continúa la intención de hacer jugar a Cremer hasta el final. Mientras tanto, la funcionaria ocupó un lugar de privilegio en la difundida foto que captaba un momento de la reunión de gabinete provincial, donde se la veía tomando apuntes en la cabecera junto a su esposo y al vicegobernador Pedro Guillermo Guastavino.
La reforma al archivo
El reciente pedido que hizo el gobernador a sus diputados para que traten el proyecto de necesidad de la reforma antes de fin de año, no es otra cosa que la expresión de que el mismo sea ya enviado a hibernar al archivo, consciente de que no cuenta con los votos necesarios. “El resultado de la consulta popular fue contundente a favor de la reforma -insisten en el bustismo-, pero lamentablemente eso no alcanzó para abrir los espacios en la Legislatura. Sí se abrió una puerta en el sector del ex gobernador (Sergio) Montiel, pero a nosotros no nos interesaba una reforma con cuatro votos de la oposición, sino que pretendíamos, por el contrario, que a lo sumo sean tres o cuatro los legisladores que no la votaran”.
(más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
