Claudio Cañete
La gran mayoría de las bandas rockeras paranaenses están en Internet. Las páginas web ofrecen gran calidad, una navegación práctica, mucha información, posibilidades de interactuar con sus fans y colegas, y hasta la oportunidad de vender sus propios merchandising y links para bajar los anticipos musicales. ANALISIS realizó un relevamiento y dialogó con algunos de sus protagonistas, que contaron las ventajas de estar en el ciberespacio.
La unión de las expresiones artísticas con las nuevas tecnologías ha derivado en nuevas formas. Ante las opiniones de los más escépticos sobre qué clase de productos podrían resultar de aquella unión, vale decir que no siempre se dio su apocalíptico pronóstico de estar ante trivialidades o ecuaciones superfluas. Es decir, la comunión de la creatividad con las nuevas tecnologías ha generado -contra todas las advertencias- una revitalización del arte y sus formas. Más canales de difusión, soportes más económicos y democráticos, mayores posibilidades de trascender, espacios alternativos y medios para lograr la autogestión, entre otros factores, son el menú de cosas positivas que Internet, el caso más resonante, brinda a los artistas: una ayuda que muchas veces buscaron y nunca tuvieron desde otros ámbitos.
El rock paranaense está viviendo una buena época, con la vigencia de muchas bandas que incursionan bajo el gran paraguas del rock en todo tipo de matices musicales. Hay muchos recitales y mucha expectativa tanto en los músicos como en su público por llegar a una meta estética y profesional determinada. Poco a poco, el rock en Paraná ha dejado de ser un juego de niños con instrumentos en su garage, sino que se ha transformado en un canal de expresión de un sector de la población, que aparentemente no lo tiene en otros ámbitos de la vida cotidiana.
Las bandas se han volcado mayoritariamente a la red de redes, Internet, para compartir su creatividad. Esto reforzó un movimiento que ahora incluye a músicos, fans, webmasters (diseñadores de páginas webs), fotógrafos, cibernautas y periodistas de rock, entre tantos otros que no necesariamente deben tener un rótulo.
Para hablar de esto primero hay que repasar los escalones previos que ayudaron a este auge. La posibilidad de grabar sus demos en portaestudios bien equipadas y económicas rompió la larga historia de postergaciones que los rockeros en otros tiempos sufrieron por no poder registrar en forma inmediata sus éxitos. A esto se sumó que desde hace unos años se pueden bajar esas grabaciones a copias en CD, ya sea desde una PC hogareña o desde una más equipada. El arte de tapa se dio por añadidura y se abrió como un nuevo campo de posibilidades expresivas y estéticas para quienes no desestiman la imagen como parte integradora de la propuesta musical. Y el eslabón final que completó lo que se transformaría en el panorama actual: los propios músicos aprendieron a construir sus páginas webs y blogs, para interactuar con sus pares, sus amigos y los seguidores de sus sonidos.
Qué cosas se pueden encontrar en las páginas de las bandas locales: muchas. En primer lugar buena calidad en la construcción y diseños de sus páginas web. Con animaciones, colores, links e información ordenada y presentada claramente. Con detalles de navegación que no tienen nada que envidiarle a páginas de bandas de mayor trascendencia nacional. En ellas reside un universo particular, condimentado con muchas opciones de participación. Fotos, foro de discusión, contactos, libros de visitas, sorteos, descargas de temas en formato MP3, crónicas de recitales y fiestas, agendas muy completas y actualizadas en forma permanente, y biografías de los músicos. De todo esto merece un comentario aparte la exhibición de sus CD, ya sean demos o placas completas, con su arte de tapa, sus precios y formas de venta, el listado de temas y las letras, convirtiéndose en un verdadero servicio para el consumidor del material local. Cada página tiene su estética diferente, que generalmente muestra recursos gráficos que acompañan al estilo musical de la banda. También tienen distintas formas de encarar el portal de ingreso, donde las fotos y algunos símbolos con animaciones invitan al navegante a adentrarse en los pormenores y secretos de cada agrupación.
Una de las cuestiones más llamativas es la sección de freeshop, habilitada en más de una, donde la venta de remeras, CD y distintivos son los productos más ofrecidos; un apartado que bandas como Acólitos Anónimos y La Rocka ya tienen sistematizado y destacado en su portal digital.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
