Daniel Tirso Fiorotto
(especial para ANÁLISIS)
El gobierno de Jorge Busti volvió a atacar sin miramientos a los ambientalistas más destacados de Entre Ríos, aquellos con trayectoria impecable, orgullo de los entrerrianos, que colocaron a la lucha medioambiental en el centro de la escena, despertaron a la comunidad de su letargo y acaban de denunciar un peligroso panorama en materia de legislación provincial sobre medioambiente. Los mismos gobernantes sospechados del delito de “traición a la Patria”, salvo que quieran ampararse en la obediencia debida, siguen logrando en Entre Ríos sus victorias cotidianas: sacar la discusión de su eje y atornillarse al Estado, aún a costa de ensuciarlo todo.
¿Sirve de algo saber quién es quién? ¿Sirven las trayectorias? ¿O se deberá aceptar que un cualquiera diga lo que le venga en boca sobre personas honorables, y que la sociedad se llame a silencio por conveniencia?
Viene a cuento, por el destrato que han sufrido en estos días profesionales de larga y honrosa y esforzada militancia en el cuidado del medioambiente, desde un gobierno que cada vez que tiene que dar explicaciones responde con el pretendido descrédito. Y lo hace ya como un vicio extendido, aceptado y, por qué no, aplaudido por su principal mentor y practicante: el gobernador Jorge Busti.
“La venta vergonzosa de las empresas de la nación (valuadas en un billón de dólares por la banca inglesa) en 25.000 millones de dólares, es decir en el 2,5 por ciento de su valor, las políticas de Reforma del Estado y de la Ley de Convertibilidad provocaron un daño casi irreparable al pueblo argentino expresado en la trágica cifra de 100 personas muertas diariamente por razones vinculadas al hambre desde 1989 hasta nuestros días, lo cual ha producido un genocidio social de más de 430.000 argentinos muertos por las políticas desarrolladas por este señor en ejercicio de la Presidencia y mantenidas en lo sustancial hasta el presente”.
Ésta es la razón principal que encontraron ciudadanos argentinos, alguno de ellos de gran renombre y prestigio, para denunciar a Carlos Menem por el delito de traición a la Patria. Ellos presumen que encaja en ese delito. Si no encajara, no cambiaría mucho, pero la gestión está hecha, la denuncia penal quedó radicada en la Procuración General de la Nación.
“El mayor daño cometido por el ex presidente: la destrucción nacional, la devastación de su estructura económica, industrial, tecnológica, energética, militar y científica”, según un comunicado de los denunciantes.
¿Quién firmó esta acusación? Las Madres de Plaza de Mayo línea fundadora, Nora Cortiñas y Laura Bonaparte; los sacerdotes Rubén Dri y Luis Farinello; el ex fiscal de Investigaciones Administrativas Ricardo Molina, el cineasta Fernando Solanas y los integrantes del Centro de Militares por la Democracia, Horacio Ballester y Jaime Cesio. Entre otros.
El ejecutor
El principal ejecutor de esas políticas en Entre Ríos tiene nombre, Jorge Busti. Menem sigue siendo senador, Busti gobernador.
Los denunciantes darán batalla “para que el responsable del hambre y la destrucción de la Nación termine tras las rejas como corresponde a un Estado de Derecho ya que no puede haber ni olvido ni perdón ante tantos ultrajes”. Señalan que se ha bajado el retrato de Videla en la Casa de Gobierno “pero la imagen de Menem sigue en la pared y no sólo eso, no se puede permitir más impunidad y vergüenza, cuando este traidor a la Patria ocupa un sitial en el Senado de la Nación”.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
