Silvio Méndez
Con nuevas modalidades de protesta, el grupo de Vecinos Autoconvocados contra la suba de los impuestos municipales y provinciales prepara una batería de acciones para que sus reclamos sean escuchados. Tras la radio abierta montada frente al palacio comunal hace un par de semanas y volanteadas organizadas frente a oficinas de la Municipalidad de Paraná, ciudadanos de la capital provincial ya tienen en mente la convocatoria para una próxima movilización a Plaza 1º de Mayo. Así lo adelantaron Graciela Benavides y María Domínguez, integrantes de Autoconvocados, que reafirmaron el pedido de que se retrotraigan los impuestos municipales y provinciales a los términos anteriores a los aumentos aprobados a fines del año pasado y efectivizados en el presente período.
Asimismo, los vecinos solicitan un debate público amplio sobre los números del presupuesto, insumos y detalle de costos que habrían aumentado en cada área –por los cuales se argumenta la suba de las cargas–, así como que el nuevo incremento que se proyecte no supere el 20 por ciento, atendiendo al alcance de la reactualización de sueldos e índice del costo de vida.
Para instalar el tema, así como poder coordinar la puesta en marcha de las distintas demandas, los Vecinos Autoconvocados han realizado reuniones con representantes de diversos sectores de la ciudad. Entre los que se han sumado a la propuesta, se cuentan las vecinales de barrios AATRA, María Auxiliadora, Mercantil, Mariano Moreno, Hipódromo, Paracao y Santa Teresita. Así, se espera cerrar filas en la lucha concreta contra la suba de las tasas y, en otras específicas que afectan particularmente a algunos barrios por el abuso de la comuna en el cobro de mejoras, aunar apoyos.
En referencia a los conceptos de las demandas, Domínguez se preguntó sobre las razones que llevaron a un incremento de las tasas municipales de forma exorbitante, “porque si bien reconocemos que han aumentado algunos insumos, la canasta familiar y los salarios no han aumentado el cien por cien como para que los impuestos aumenten así”, razonó. Si bien el aumento significativo se dio en el municipio, los vecinos apuntaron además a las cargas provinciales, ya que “de acuerdo a un estudio de Defensoría del Pueblo, los automóviles modelos 90 a 99 están tributando de igual manera o más que un cero kilómetro. En el impuesto de Rentas y Automotor hay un aumento de entre el 60 y el 80 por ciento. En Paraná es especial porque las boletas superaron el cien por cien. En el resto de la provincia, gente que se ha adherido a nuestra organización paga más por el impuesto provincial que por el de su municipio. En Seguí pagan un 25 por ciento menos que años anteriores. Allí el municipio suma los insumos que deben pagar y lo divide por los contribuyentes. Acá nadie de los asalariados ha tenido un aumento ni del 60 ni del 80 ni del 100, por lo tanto no estamos en condiciones de enfrentar un aumento. No nos negamos a pagar, pero lo debemos hacer de acuerdo a nuestros ingresos, a lo que dice el INDEC”, comparó.
Sobre la perspectiva del problema, Benavides expresó que “lo que estamos viendo es que el municipio quiere recaudar y no le importa la forma, los avalúos, nada. Con esto del fondo solidario incorporan una concepción regresiva del impuesto. Le decíamos al concejal Humberto Gracia (PJ) que si ellos aumentan el cien por cien a los contribuyentes –que encima son los que menos ingreso tienen–, por qué no convocan y se hace una discusión pública de cuáles son los fundamentos. Sabemos que no lo van hacer; acá hay un uso de la mayoría en el Concejo Deliberante para hacer lo que quieran. Cuando la Defensoría hizo su dictamen (donde solicita rever el aumento), opinó sobre más de 1.000 casos, no dos o tres ‘loquitos’ como dijo el intendente (Julio) Solanas.
Fueron más de 1.000 casos que, la mayoría, según la Defensoría, es gente que paga o negocia sus deudas, no son evasores. Además, todo lo que significa que digan que nos van a mandar a informaciones comerciales; es una barbaridad. Esto es un avasallamiento de nuestros derechos y no vemos señales de que se vaya a modificar”, consideró. Abonando esta postura, Domínguez agregó que la idea es que “nos podamos sentar todos en una mesa, vecinos, oposición, oficialismo, y veamos, con los números, cuánto, por ejemplo, aumentó el cloro como se dice. Si no, no cierra.
Hay un porcentaje que por ordenanza nos corresponde a los vecinos decidir qué queremos hacer del presupuesto. El presupuesto participativo jamás se implementó”, argumentó.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
