C. C.
No se tarda mucho tiempo en descubrir que Graciela Wencelblat vuelca en su nuevo libro, Cotidiana, las nuevas sensaciones que la vida le despierta a cada paso. Para ella ningún rincón del alma está gastado, todo es nuevo, todo puede sorprender: hasta las cosas más cotidianas.
“Ella no teme mezclar sombras ni que le arranquen un jirón a la ternura”, dice en un verso. “Mientras canto como Malena, siembro poemas en tierra mojada. Contemplo rostros, le hablo al que se resiste”, escribe en otros. Es una mujer hablando de sí misma y de otras a la vez. “Graciela aparece y me sorprende con el mate, tostadas calientes y una sonrisa que deja caer migas sobre la mañana. Desde la pelea que tuvimos (por esas cosas sin importancia) no nos miramos a los ojos, se detuvo el abrazo. Al fin de cuentas somos una/mujer no tan desesperada”, parece confesar al fin, en uno de los poemas breves.
Wencelblat tiene un don para crear una atmósfera íntima -que se mantiene desde el principio hasta la última página- que pocos poetas logran. En ese clima introduce amor, ternura, sensualidad ¿y por qué no erotismo?, recuerdos, reflexiones, violencias (la vida presenta golpes). Sin que nada, en absoluto, desentone. Son 105 poesías divididas en lo que podría señalarse como cuatro partes. Son breves pinceladas, de situaciones intimistas y reveladoras. “Inquieta se va, ve caer, cae, ve llover, pero ella no se llueve, presiente que anidan cuervos en su cabeza, está en su mediodía atroz. Recuerda tardes de infancia”, desgrana en una de las páginas. Quien lea a Wencelblat debe aceptar el desafío de que en algún momento inesperado, esos versos carnosos lo dejarán desnudo consigo mismo. Porque en cada página se siente la fuerza de una mujer que escribe.
Graciela Wencelblat tiene un lazo sentimental muy fuerte con Paraná, pues presidió la Fundación Mayorazgo para las Artes y las Ciencias en Paraná (Entre Ríos). Fue una etapa en los años 90 de intensa actividad -podría decirse de esplendor- en la que panelistas de lujo dejaban sus enseñanzas y su arte a un público numeroso y ávido.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
