Florencia Penna
La Escuela Terciaria de Estudios Radiofónicos (ETER), que desde hace diez años dirige el periodista Eduardo Aliverti, ya tiene su sede en Paraná. Los aspirantes a la carrera de Locutor Integral de Radio y Televisión comenzaron en febrero un curso preparatorio para el examen de ingreso que será en abril, lo cual permitirá iniciar, oficialmente, las actividades de este primer año. En diálogo con ANALISIS, Antonio Tardelli se refirió al proyecto, desde dónde se pretende capacitar, las ideas paralelas a desarrollar y opinó, entre otras cosas, sobre el estado del oficio en la región.
Naranja y blanco en las paredes más negras aberturas contrastan con los pisos recubiertos por antiguas baldosas ornamentadas. Los colores institucionales de ETER le aportan jovialidad a la casona de la Biblioteca de la Universidad Popular (Corrientes 139), donde ya tiene lugar una nueva oferta educativa comunicacional para la región.
El periodista Antonio Tardelli, conductor de En el 2000 también (Radio Uno 100.5), recibió allí a este semanario. Es el coordinador general y uno de los responsables de ETER Paraná, junto a la magíster en Educación y profesora Claudia Rosa, directora de la nueva escuela.
-¿Cómo surgió la posibilidad de traer la carrera de locución?
-Es una historia sencilla. Cuando asistimos a unos seminarios en Buenos Aires con gente de la provincia, planteamos traerlos a Paraná. Ya había habido una experiencia, cuando hace varios años Daniel Enz los organizó con ANALISIS. A Eduardo Aliverti siempre le llamó la atención que no hubiese aparecido una intención de instalar ETER en la zona Litoral, dice que es un fenómeno extraño, y sí. Existe una subsede en Mar del Plata y ahora aquí. Va a existir otra en Resistencia y hay un par de proyectos más en las provincias de Buenos Aires y algo en Bariloche. Es notable que no haya aparecido en Córdoba o en Rosario.
-También está el Instituto Superior de Enseñanza de Radiodifusión (ISER) en Santa Fe…
-Y debe haber algo en Córdoba o en Rosario pero en Buenos Aires tenés un montón de institutos de Comunicación, está el ISER y también funciona ETER. Puede ser porque tiene cupos, pero en Santa Fe también los hay y allí no surgió. A Eduardo siempre le sorprendía eso. Entonces organizamos los seminarios y vimos que había interés. Había un nicho tanto en términos de mercado como en términos de necesidades de capacitación. Y acá estamos.
-¿Cómo ha sido la convocatoria?
-En principio es más que satisfactoria. Estamos en pleno curso de ingreso y tenemos más de 30 inscriptos. Pero al margen de lo que nos representa, supone una demanda de capacitación. Pensá que el que viene, debe aprobar un examen y además rendir de acá a diciembre, sabiendo que tiene que pagar 200 pesos por mes. Y sin embargo, están dispuestos a hacerlo en este primer año.
-A esa demanda, ¿qué se le ofrece?
-Nos animamos a responder desde la experiencia probada de ETER de 10 años en Buenos Aires. Hoy es un instituto prestigioso en materia de Comunicación. Por eso nos sentimos seguros de este emprendimiento, al margen de los méritos académicos de Claudia Rosa. Para mí es un orgullo que ella se haya sumado a este proyecto, en tanto supone un respaldo académico importante y un nombre y un prestigio.
-¿Desde qué postura se propone la escuela formar locutores?
-Hace cinco o seis años, ETER y el ISER trabajaron en conjunto para reformular el plan de estudios. La idea general era que el locutor estaba para algo más que para leer comerciales, para leer un informativo o para leer un texto literario. Y por eso también se modificó la denominación: antes el título era Locutor Nacional; hoy es Locutor Integral de Radio y Televisión. En términos vulgares sería una síntesis entre un locutor que tiene el background suficiente para abordar temas periodísticos, y un periodista al que se le da herramientas de tipo técnico para desempeñarse bien en lo vocal. Seguramente no se le dará una formación humanística como la que tiene un Comunicador Social, pero sí será, y no por mérito de ETER porque es una tendencia que viene también del ISER, más integral. En lo particular, ETER sí se destaca por el fuerte contenido práctico, sin despreciar la teoría. Es un sello distintivo.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
