El cartucho y la piedra

Edición: 
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Reflexiones de cierre

Luís María Serroels

Un triste episodio recurrente en la historia triste de los argentinos. Un hecho trágico en la gran tragedia nacional. Un manchón más en la cadena de atropellos y sinrazones que desde el poder político insisten en su vieja metodología del bastón, el gas lacrimógeno, la bala de goma (y a veces la de plomo también), como lenguaje familiar con el que los déspotas manifiestan sus argumentos.

En esa cadena quedaron las vidas de numerosos militantes sociales, políticos y gremiales, segadas por esa palabra maldita: represión. Una y mil veces se procuró disciplinar, amedrentar y sosegar la protesta, el reclamo y el clamor ciudadano. Y una y mil veces la violencia de arriba terminó perdiendo, porque el compromiso popular, el coraje y la determinación de los sin nombre rebautizados bajo un solo nombre, “luchador”, hace retroceder a los tiranos y hociquear a sus obedientes subordinados.

¡No escarmientan! ¡Existen gobernantes que no escarmientan! ¡Los señores amos de la vida y de la muerte no escarmientan! ¡Continúan imperturbables y tozudos, como el matapiojos del cuento!

Neuquén, provincia cuyo nombre palíndromo (se escribe y lee de igual manera de derecha a izquierda y viceversa) parece trasmitir -al menos bajo el actual gobierno- una sugestiva metáfora no tan casual. La de los dos sentidos y dos modos de ver y entender las realidades. El que nace y se desarrolla a partir de las reivindicaciones populares y del reclamo justo por un salario digno, marcha en una dirección; el de la respuesta violenta con aristas de irracionalidad, le viene en contra.

La cuestión no es aleatoria cuando se recuerda que hace una década por esa comarca ya fue muerta una persona inocente, caída bajo las balas del “orden público”: Teresa Rodríguez.

Hoy la barbarie tiene otro nombre: Carlos Fuentealba. Aquella, una empleada doméstica; éste, un trabajador de la educación. Ambos, propietarios de una existencia valiosa. Sus muertes, una expresión más de la intolerancia inmunda, propia de quienes ven sedición donde hay disconformismo y enemigos en quienes son importantes al pedirles el voto pero subversivos cuando les recuerdan sus olvidos voluntarios.

El viejo cartucho portador del gas que hace toser, lagrimear y emprender el camino de la semiasfixia (¿quién no los debió soportar alguna vez?), transformado en proyectil, mató a un maestro argentino. Peor aún, de alguna manera y virtualmente, a todos los maestros argentinos.

El cartucho asesino, manipulado por un policía enceguecido, encontró su destino fatal en el cráneo de un docente jugado por los mismos derechos que compartía en el aula con sus alumnos. ¿Habrá pensado el certero disparador que con ese cartucho dejaba sin maestro tal vez a sus propios hijos? ¡Y a los hijos de los demás policías!

Que nadie se haga el distraído. Aunque el sargento Poblete haya ganado un primer round con una apelación ante la Justicia de efecto suspensivo, jamás se lo debió mantener en servicio activo si se tienen en cuenta sus antecedentes, imputado por apremios ilegales.

Más allá de las picardías leguleyas, el poder administrativo debió declararlo en disponibilidad y someterlo a estudios psiquiátricos para determinar si estaba en condiciones de portar armamento o cualquier otro elemento que se le provea para la ignominiosa represión, donde lo que más se debe exigir es prudencia, responsabilidad y equilibrio. Hoy ese desliz de sus superiores costó una vida joven, rica y prometedora.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

La provincia estuvo representada por la secretaria de Energía, Noelia Zapata.

Urribarri denunció al Procurador García y pidió su destitución. Foto ANALISIS

Gimnasia y Victoria jugarán su encuentro cuatro días después.

El "Patrón" intentará repetir la buena actuación que tuvo frente a Quilmes.

Mariano Werner: “Esperamos en La Pampa poder volver al nivel que queremos”

"Venimos muy abocados al Mustang", expresó Werner sobre su auto. (Foto: ACTC)

Opinión

Por José Federico Mastaglia (*)  

(Foto ilustrativa: Cedoc)

Cultura

Un espacio de salud mental pensado para adolescentes y jóvenes.

El beneficio es en el marco de plan federal FortalecER Teatro.

La actividad se realizará el próximo lunes en la FCEDU.