Daniel Tirso Fiorotto
(especial para ANALISIS)

Toneladas de basura amenazan con sepultar a los paranaenses desde los cuatro puntos cardinales. Un paseo por arroyos y caminos vecinales es hoy una ilusión, que será frustrada por los residuos desparramados a diestra y siniestra. Los hipermercados que desembarcaron en Paraná y otras ciudades de la provincia durante los años 90, y desplazaron a decenas de pymes hasta captar la mitad del movimiento comercial de la ciudad, generaron un flujo de dinero hacia un destino extraño a Paraná y ahora se ve que dejaron, entre sus “regalos”, el mayor problema a resolver en la vida comunitaria: la basura. Como la salud, los residuos no son atendidos por la comunidad hasta que explotan en el barrio, en la casa propia. Un estudioso de Paraná intenta provocar un giro copernicano en la forma de analizar el problema, para resolverlo.

Todos los candidatos a gobernar la capital entrerriana pusieron énfasis en estudiar y proponer alguna solución al problema de los residuos, y como el asunto es vigente y creciente, cada tanto hace eclosión por algún lado con focos de contaminación, minibasurales, humo, accidentes personales, arroyos convertidos en cloacas repletas de cualquier cosa que no sea agua, un espectáculo de mugre que convendría esconder ante el mundo, por vergüenza, en tiempos en que los entrerrianos hacen gala de adalides del ambiente sano.

Se suma un submundo de trabajo infrahumano y engaño colectivo por la caprichosa pretensión de resolver problemas sociales y ambientales echando todo a batir: ya que tenemos un problema ambiental, los residuos, vamos resolverlo añadiéndole un problema social, el desempleo, parecen decir los gobiernos.

La concentración de actividades en los hipermercados, que en términos generales empujaron a la marginalidad a comerciantes locales y clausuraron las puertas a los proveedores de aquí, encontró una atendible resistencia en la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), y el concejal Aldo Bachetti, que reclamaron una y otra vez, sin eco, la reglamentación de la ley de hipermercados para poner coto, valga la paradoja, a la vorágine de los grandes.

Ayer, reunidos en su local, algunos empresarios evaluaban incluso la posibilidad de presentarse ante la Justicia, hartos del silencio oficial, para reclamar la vigencia de la ley que, en algunos artículos, dicen, no requiere reglamentación.

El que las hace las paga

En forma paralela a la concentración del comercio y la consolidación del modelo consumista que afecta a la mayor parte de la comunidad, creció el problema de los residuos.

A la hora de comprender los circuitos de la basura, quizá no haya en la región mayor experto que el arquitecto paranaense Norberto Levy, que entre otras cosas se dedica a reciclar plástico y ha ofrecido a la comunidad numerosos frutos interesantes en paseos públicos.

Después de una publicación realizada por ANALISIS, que recibió un premio nacional de ecología y medioambiente, sobre los estados ruinosos de los arroyos de la capital de la provincia, sólo Levy se interesó en explicar el origen de este asunto, y a este experto acudió este semanario en busca de comprender el problema de raíz.

Es suyo, precisamente, esto de escindir los problemas ambiental y social, y poner los ojos no en el basural, que es un efecto, sino primero en los grandes generadores de basura. Ahí está una de las claves.

Aquí algunas de las explicaciones que no debiera obviar cualquier analista del gran problema que jaquea a los entrerrianos: los residuos. Lo que sigue es, casi textual, de este especialista.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)