M. C.
En la Mesa Directiva de la Liga Paranaense de Fútbol (LPF) se definió por estas horas gestionar la creación de un Equipo de la Ciudad que integraría a varios elencos con la intención de expandirse en el ámbito nacional. En ese sentido, fueron muchos los que valoraron la iniciativa puesta sobre la mesa por el presidente del ente, Hugo Molina, por lo cual habrá que analizar cómo toman los dirigentes de nuestra ciudad la idea y en qué medida comenzarán a influir los intereses de cada uno por emprender el camino al ascenso. Todas estas cuestiones surgieron con más fuerza luego del lamentable papel que cumplieron los equipos capitalinos en la última edición del Torneo del Interior. En principio, Atlético Paraná y Belgrano se habían “armado” como para pelear hasta las últimas instancias del certamen que organiza el Consejo Federal de Fútbol y ambos se quedaron saboreando el fracaso, lejos de un provechoso porvenir. La realidad marca que los jugadores de nuestro medio revisten la jerarquía para encarar una competencia de semejante exigencia, aunque a la hora de las definiciones siempre falta el toque de calidad que lleve a superar etapas. La inexperiencia en el momento de cerrar los partidos y la suficiente capacidad física son factores fundamentales para pensar en una baja dosis de profesionalismo. Nadie duda de que los representantes liguistas posean cierta cuota de hombría para sacar adelante situaciones complicadas, pero siempre resulta harto complicado estar hablando a esta altura de nuevos fracasos y repetidos procesos que nuevamente desembocan en decepciones futbolísticas.
No hay que olvidar los casos de Peñarol y Ministerio, que a duras penas le ponen el pecho a las balas cada vez que son llamados a intervenir en los torneos nacionales. Pero lo suyo no va más allá de ilusionarse con llegar lo más lejos posible, teniendo en cuenta que encaran la competencia con presupuestos reducidos y planteles en condiciones altamente deficitarias con respecto a la preparación que realizan en la previa de cada campeonato. Por eso es bueno traer a la memoria las palabras del presidente de la LPF cuando afirma que sería bueno aunar esfuerzos para evitar costos mayores a la hora de traslados, concentraciones, pago de sueldos y demás erogaciones que demanda la participación en torneos nacionales.
Cabe acotar que tal afirmación deberá sustentarse con la puesta en marcha de una estructura respetable que incluya técnicos pagos, un escenario acorde para actuar cada vez que le toque presentarse en calidad de local y los elementos necesarios para solventar una campaña y trascender más allá del ámbito doméstico.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
