Daniel Tirso Fiorotto
(especial para ANALISIS)

Algunos alumnos entrerrianos podrían cursar estudios escuchando las clases por radio, con docentes a distancia, hacer la escuela en menos tiempo que el habitual, y hasta asistir al aula sólo un par de días a la semana. Docentes de la provincia acusaron al gobierno de instrumentar un cambio que generaría más ciudadanos de segunda. Las autoridades del Consejo General de Educación decidieron aplicar sistemas que bautizaron Pluriaños, Alternancia e Itinerancia, y (AGMER) les pidió que derogaran la norma, bajo advertencia de que acudirán a la Justicia, y que en vez de parches pensaran en reformas. Un motivo más para los conflictos educativos no resueltos, que se agudizarían desde fines de este mes.

La provincia instrumentará tres alternativas para que algunos alumnos estudien de modo distinto al común. Eso ya fue decidido, aunque no consensuado, a través de la Resolución Número 850 de 2007. La norma, fundada en objetivos nobles pero cuya aplicación podría generar graves distorsiones en el derecho a la igualdad de oportunidades, ya endeble, despertó la reacción de los docentes que pidieron su abolición y consultaron a un abogado con la idea de presentar en la Justicia un pedido de no innovar.

Los Pluriaños consistirán en agrupar en un solo curso a los alumnos de la EGB 3 (séptimo, octavo y noveno) o a los de la escuela media (primero, segundo y tercero), y estas localizaciones podrán funcionar tanto en escuelas de EGB 1 y 2, como en la de EGB 3 de una zona determinada. Así explicaron los cambios propuestos desde el Consejo General de Educación (CGE) los docentes de la Seccional Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER).

La Alternancia implicará para el alumno asistir a la escuela solamente dos días a la semana y los otros tres quedarse en su casa con un cuaderno de actividades como guía pedagógica, indicaron los profesores y maestros y señalaron que este modelo tendrá variantes: en algunos casos se podrá asistir cuatro días a una escuela y el restante a otra.

El tercer modelo será la Itinerancia, para zonas muy inhóspitas. Allí, un maestro reunirá en el mismo lugar a los alumnos, y desde otra escuela un docente dictará su clase por radio, con un equipo de VHF (se supone que también se aprovecharían avances de televisión y video).

Aparte del mal gusto de los funcionarios para dar nombre a los proyectos, para los docentes de Paraná agrupados en AGMER la propuesta de la provincia se sustenta en razonamientos como estos: “Si no hay escuelas, que la educación sea a distancia; si no hay caminos, que los chicos vengan cuando puedan; si las distancias son lejanas, que los maestros y alumnos sean itinerantes; si no hay transporte que se de clase por radio”.

Conocedores del paño, y con buen olfato para entrever las consecuencias de un cambio que actúa sobre los efectos y no sobre las causas de la deserción escolar, los docentes encendieron la luz de alarma por los resultados previsibles de un sistema que alejaría la educación de la relación humana cara a cara: “y expliquemos la ciencia de las matemáticas a distancia, sin pizarrón, sin cuaderno, sin sonrisa, sin mirada. Un educador alienado sin el rostro de su alumno, un alumno sin maestro… ¿Cómo explicar el alcance del artículo 14 bis de la Constitución Nacional sin sujeto, sin pueblo, a distancia, después de decir cambio y fuera?”, se preguntaron. En este punto los docentes ironizaron con una de las paradojas argentinas, porque en verdad el 14 bis es difícil explicarlo de cualquier modo.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)