Sandra Miguez

Antes fue la fábrica de medicamentos genéricos, ahora es la aparatología del Hospital Justo José de Urquiza de Federal. Antes -como ahora-, la postura del gobierno provincial se contrapuso con la idea que han guardado algunos referentes locales sobre qué hacer en esa localidad del norte entrerriano en materia de salud. Unos justicialistas, otros radicales, cada sector reaviva la lucha bipartidista en las decisiones que adopta, pero ninguno halla un posible resquicio por donde comenzar a diseñar una alternativa viable. Unos al frente del gobierno provincial, los otros en la gestión municipal, no logran arribar a un acuerdo y prolongan la polémica.

“Sería terrible que tuviéramos un gobierno que castigue a un población sólo porque allí gobierna el radicalismo”, disparó la diputada Alba López al ser consultada sobre la determinación por parte de las autoridades de Salud provincial en torno al equipamiento médico que se hallaba en dependencias del Hospital Justo José de Urquiza de Federal y que nunca había sido puesto en funcionamiento.

Así lo confirmó el propio titular de Salud, Mario Elizalde, que dijo haberse sorprendido cuando después de asumir, en mayo de este año, realizó una visita protocolar a este centro asistencial, donde encontró el equipamiento que nunca había sido utilizado.

Dentro de una habitación cerrada con llave había varios equipos médicos en desuso. Los aparatos -específicos para la atención de los recién nacidos- requieren de especialistas para su puesta en funcionamiento y esos técnicos no están en Federal. Así lo explicó Elizalde, algo que no sólo no conformó en absoluto a la oposición, sino que avivó la polémica.

El funcionario manifestó que el equipamiento “no se utiliza en el lugar pues no se cuenta con el recurso humano necesario para ponerlo en funcionamiento”, aunque aclaró que no se trata solamente de personal médico “sino que -para dar un correcto uso de estos aparatos-, además de médicos se necesitan técnicos, enfermeros y personal de maestranza especializados, porque sacarle sangre a un bebé que pesa 1,6 kilogramos no es una cosa sencilla”.

De acuerdo a este planteo desde salud pública se decidió analizar la posible reubicación de dichos aparatos en distintos puntos de la provincia con el fin de “brindar recursos técnicos a aquellos lugares que lo necesitan”.

“No olvidemos que por ejemplo en el Hospital San Roque de Paraná se atienden niños de toda la provincia, muchos de ellos de Federal”, remató el secretario de Salud, al tiempo que brindó precisiones respecto a una comisión conformada por profesionales del área de la Dirección de Maternidad e Infancia que analizarían la situación en función de las necesidades existentes en otros puntos de la provincia.

Las declaraciones del secretario de Salud surtieron el efecto de una nueva sacudida para los referentes políticos del radicalismo, que desde hace tiempo vienen planteando duros cuestionamientos a las resoluciones adoptadas en materia de salud pública, sobre todo en esta zona que se ha conformado en bastión del radicalismo.

Así, el propio intendente radical de la ciudad del norte entrerriano, Juan Carlos Luchessi, afirmó que “la aparatología instalada en ese nosocomio debe prestar los servicios como estaban estipulados, en Federal, y no que nuestros copoblanos tengan que trasladarse a otros centros de atención”.

Luchessi, que ya había cuestionado al gobierno provincial por la negativa de instalar una fábrica de medicamentos genéricos en esa localidad, sostuvo también que “más allá de las estadísticas a las que pretende acudir el gobierno, no debe desestimar las necesidades de la gente que demanda estos servicios”.

También la diputada de la UCR Alba López, que integra la Comisión de Salud, sostuvo que “hay que saber descentralizar en salud y redistribuir el recurso humano” y añadió que en el área “hay muchos intereses dando vuelta”.

La diputada extendió su crítica al volver sobre el otro tema de controversia, la fábrica de medicamentos de Federal, que finalmente no fue puesta en funcionamiento. López sostuvo que en función de esos intereses “hay proveedores que venden medicamentos para que el Estado los asigne a la población”.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)