Valentín Bisogni
(desde Concepción del Uruguay)
El fútbol no es ajeno a la política, y mucho menos a las promesas. Así lo vuelve a mostrar un caso simbólico: el de la tribuna de 50.000 pesos, prometida por el gobernador electo Sergio Urribarri, en su rol de titular de la Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande, y que aún esperan -desde hace casi cuatro años- en el club Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay.
Semanas atrás, el 26 de julio, Daniel Tirso Fiorotto citaba en las páginas de ANALISIS al actual diputado justicialista Enrique Cresto (PJ-Concordia), cuando afirmó: “Algo está podrido en la provincia del señor feudal Jorge Busti, algo funciona muy mal y funcionará mucho peor si (Sergio) Urribarri es gobernador. Está contaminada, pasada de impunidad”. El escaso valor de las palabras se verifica en Entre Ríos no sólo porque Cresto ya no diría una frase como ésa, tras su retorno a las filas del bustismo, sino también en escenas de la vida cotidiana de la provincia. En efecto, Cresto también se había expresado en su momento afirmando que desde el gobierno nacional “ya saben perfectamente lo del robo del eternamente inconcluso estadio de fútbol de Concordia”. De ese modo se refería a un episodio que involucraba a Urribarri como presidente de la Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande (CAFESG) y gobernador electo de la provincia. La ausencia del estadio puede ser un caso menor para algunos, pero siempre es de mayor valía para los damnificados. Y ocurre que al fútbol entrerriano también le está faltando una tribuna prometida hace casi cuatro años, a ser construida en el estadio de Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay. Pero la espera sigue.
El 26 de enero de 2004, Sergio Urribarri había visitado Concepción del Uruguay, para anunciar que la CAFESG otorgaría 50.000 pesos al club Gimnasia y Esgrima para la construcción de una tribuna. Fue anunciado con bombos y platillos y era lógico que así fuera: en ese momento el club uruguayense era el único representante entrerriano en la Primera B Nacional, segunda categoría de fútbol profesional. Durante la conferencia de prensa del importante anuncio, Urribarri dijo: “Estos son los primeros pasos que estamos dando, tras la normalización de la CAFESG. Queremos ver cuál es la mejor manera de llegar a atender las demandas que tiene la región; no sólo de servicios públicos sino en cuestiones como éstas, que tienen que ver con instituciones que han obtenido logros inéditos en la provincia”.
En el mismo sentido, agregó: “No es mucho lo que la CAFESG hoy tiene. Cuando nosotros asumimos se superaban apenas los 53 millones de pesos, digo apenas porque 46 millones estaban comprometidos en obras ya adjudicadas. De todas maneras, como lo dijimos en San José, no venimos a mirar para atrás y a llorar; con lo poco que hay queremos empezar a establecer prioridades”.
Según Urribarri, la idea de brindar aportes desde el organismo para la construcción de la tribuna había nacido “cuando estuvimos con el gobernador en la ciudad, él estaba en una tarea y yo en otra, atendiendo a las instituciones de Uruguay. Terminada la jornada, subimos al auto y surgió la charla sobre el planteo de Gimnasia. Obviamente tiene dos aristas: una de la obra que están haciendo y la otra que tiene que ver con la situación económica. Le hice el comentario al gobernador y a los directores de la CAFESG. Busti, que tiene mucho aprecio por el club y conoce su realidad, tomó la decisión de una parte; la otra está en análisis. El tema de la deuda, se analizará la forma de ver cómo se habilitarán nuevamente las publicidades del Estado. Lo que sí se acordó es un monto de 50.000 pesos para la tribuna Este”.
Urribarri había finalizado prometiendo que “esos fondos van a estar disponibles en las próximas horas”. Las horas se hicieron largas: ya pasaron tres años y seis meses.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
