Sandra Miguez

Reivindicaciones salariales, mejoras en las condiciones de trabajo, profundización en la investigación de los casos de infección de HIV en una joven madre, en el supuesto tráfico de sangre, en la incineración de medicamentos estropeados en el subsuelo de la Secretaría de Salud. Estos son algunos de los casos más resonantes que pusieron en el ojo de la tormenta a todo el equipo de Salud y que aún no encuentran soluciones.

Pendiente, aplazado, diferido, incompleto, irresuelto, retrasado, prorrogado, demorado, en suspenso. Una larga lista de sinónimos – a la que podría agregarse además una serie de frases hechas- aparece habitualmente como referencia cuando el tema no alcanza una solución inmediata.

Reivindicaciones salariales, mejoras en las condiciones de trabajo, profundización en la investigación de los casos de infección de HIV en una joven madre, en el supuesto tráfico de sangre, en la incineración de medicamentos estropeados en el subsuelo de la Secretaría de Salud, son sólo algunos de los casos más resonantes que pusieron en el ojo de la tormenta a todo el equipo de Salud.

En cada uno de ellos, las autoridades aseguraron que se iba a “llegar hasta las últimas consecuencias y encontrar a los responsables”. Sin embargo, a menos de dos meses de finalizar esta gestión los temas han quedado latentes, sin una respuesta concreta que muestre en qué medida se ha avanzado sobre dichas investigaciones y resoluciones.

Así, los trabajadores de la administración central, los médicos de algunos hospitales como el San Martín, el Masvernat o el Santa Rosa, los demás empleados del área están cansados de reclamar, no sólo por una reivindicación salarial sino también por “condiciones dignas de trabajo”.

Por mencionar un caso, en el Hospital de Basavilbaso se inició un expediente que desde hace meses está dando vueltas en la Secretaría de Salud. En él se pide se instrumenten medidas urgentes para evitar que el techo se desplome producto de la sobrecarga de excremento de murciélagos.

“Las respuestas no llegan y lo único que hacen a esta altura del año es la plancha”, confiesan indignados quienes reconocen que en las reuniones mantenidas con las autoridades de Salud no se ha hecho otra cosa que “patear la pelota para adelante”.

Es por eso que algunos se animan a confesar que el desgaste es evidente: “La gente está cansada de ir a las asambleas, sacar comunicados, iniciar trámites, no conseguir nada y encima quedar mal parados ante la sociedad con las barbaridades que dice la directora”, señalan los médicos del Hospital San Martín, que no han conseguido que esta persona se rectifique públicamente.

Es tanto el malestar, que aún con toda la carga que implica sostener una medida de fuerza, nuevamente los médicos decidieron considerar insuficiente la propuesta hecha por el gobierno provincial y efectuar nuevamente un paro de 48 horas a partir del miércoles de la próxima semana, mientras continúan analizando el tema en asambleas en los respectivos servicios.

El lunes será el momento de una nueva asamblea general; para entonces se aguarda que haya una respuesta del gobierno provincial a la contrapropuesta presentada por los médicos delegados a las autoridades de Salud.

No obstante, desde la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de Entre Ríos confirmaron la medida dispuesta. Tanto Sergio Mendoza como Carlos Berlo explicaron que “el lunes se realizará una nueva asamblea y esperamos recibir una nueva oferta del gobierno o la aceptación de la contrapropuesta antes de ese día”.

“Esto no termina aquí, aunque se acepte la propuesta salarial del gobierno”, advirtió días pasados Mendoza, representante de la organización de profesionales de la salud que se encuentran en estado de asamblea en el Hospital San Martín, para agregar que las medidas de reclamo “seguirán con o sin paro”.

La alusión de Mendoza fue un claro mensaje de ratificación de la medida, ya que los profesionales médicos, además de pretender una solución salarial lo que solicitan es que se mejoren las condiciones de trabajo dentro del hospital público y se defina una política de salud para el sector. Esto se encuentra además en concordancia con lo que hasta aquí vienen denunciando públicamente respecto a la directora del nosocomio, Sandra Roland, que criticó en duros términos a los médicos. Éstos, por su parte, la sindicaron como “una interventora, que no hace otra cosa que perseguir a algunos profesionales médicos y no tomar ninguna definición en cuanto a la política sanitaria”.

En lo que consideran expresiones de persecución contra los profesionales, Roland había cuestionado a Carlos Berlo y a Horacio Buschiazzo, jefe del Servicio de Hematología del Hospital San Martín. Al primero le objetó su representatividad y al segundo lo involucró en los casos de infección de HIV y en el presunto “tráfico de sangre” que investiga el fiscal Elbio Garzón en el Juzgado de Instrucción Nº 8, a cargo de la doctora Elisa Zilli.

“Roland mezcló todo y desconocemos qué está denunciando. Si tiene pruebas que las presente, porque no vamos a esconder nada; ella ensucia a mucha gente y los profesionales quedan manchados gratuitamente”, cuestionó oportunamente Mendoza al ser consultado por este tema.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)