-Broncas, ansiedades y angustias. Las noticias impactan y paralizan. Se hacen análisis sobre lo sucedido pero nadie se siente satisfecho. De pronto se tiene la sensación de pisar a tientas, pues en cualquier lugar explota la tragedia cotidiana. Un juez conmocionado por la situación patentizó el momento cuando dijo: “El menor al que tengo que imputar también es una víctima”. En una declaración interminable, el menor en cuestión había narrado ante el juez Maximiliano Benítez el camino recorrido que concluyó con la muerte de su padre, su madrastra y el medio hermano de tan sólo 2 años. Cuando el juez Benítez, dando rienda suelta a su angustia, dice que tiene que imputar (procesar) a una víctima, intenta una explicación de lo inexplicable. Sin tiempo para reflexionar sobre lo ocurrido, la información periodística asesta otro golpe distinto pero igual. Otro menor se ha suicidado. La muerte tiene un sentido que desborda cualquier imaginación. La noticia no tiene nombre y es correcto que no lo tenga. Todas las organizaciones que tratan estos casos abogan por una información respetuosa, restringida y limitada. Por otra parte, la historia individual de cada caso poco sirve para evitar la próxima. Es una obviedad trágica decir que la muerte es irremediable. En un tiempo, ese carácter irremediable sedimentaba una cultura que daba un sentido a la vida para conservarla. “¡Todos los incurables tienen cura cinco minutos antes de la muerte!”, rezaba una poesía de Pedro Bonifacio Palacios, más conocido como Almafuerte. Da la impresión de que en esta actualidad que se vive, en la juventud especialmente, se borran las barreras que separan la vida de la muerte; la esperanza en un futuro no es suficiente para vencer la angustia del presente. La carga de angustia y soledad es la misma entre quien activa un gatillo contra el padre, los compañeros de escuela o contra su propia cabeza.

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-El poder hablar. En otro orden de cosas -que también tiene que ver con todo-, hace a la salud de la sociedad poner la mirada en lo que va aconteciendo en el juicio por la desaparición de Fernanda Aguirre. Por un lado se caen los testigos principales que comprometen a Raúl Monzón y Mirta Cháves en el secuestro. El presidente del tribunal, José María Chemez, dijo que le estaban tomando el pelo frente a uno de los casos que demandó por falso testimonio. A esta altura y mirado desde cierta distancia se puede decir que esta causa es una verdadera vergüenza que afecta a cada una de las instituciones que han tenido que ver con el desgraciado hecho. Si bien lo que más se destaca es el repudiable proceder de la Justicia Federal, que es la que actuó primero en la causa, y por lo tanto la mayor responsable, inmediatamente le sigue la Justicia provincial y la intromisión repudiable del Poder Ejecutivo provincial. En esto de dar vergüenza tampoco se salva la Legislatura entrerriana. Con la honrosa excepción de la diputada Lucy Grimalt, que hizo denuncias y puso mucho coraje cuando la detención de Raúl Monzón, el resto guardó un riguroso silencio cómplice. Pero bueno, lo que está más en el alcance de la sociedad tiene que ver con las actuaciones del Poder Judicial y el Ejecutivo. En ese sentido, cada paso de este proceso es un verdadero escándalo. Pero en rescate a las actuales actuaciones y a la labor del tribunal, vale la pena destacar cómo poco a poco Mirta Cháves recupera la capacidad de hablar y de opinar. Ya había sido destacada su primera declaración, pero en ese entonces se la seguía viendo temerosa y por momentos vacilante. Recientemente, frente a la primera testigo que fue procesada por falso testimonio, Cháves estuvo más suelta y compuesta. Frente al falso testimonio de Claudia Marcela Íbalo, se impuso y la trató de mentirosa. “Me sorprendió más que meta los sentimientos de la señora Cabrol, porque su hija está desaparecida”. En este devenir de yerros y embrollos, cabe suponer como perfectamente posible que en este marco de cierta seguridad y garantía que cree vivir Mirta Cháves, en algún momento plantee que su autoincriminación en el secuestro fue todo un invento del abogado santafesino Rodolfo de Aguirre. Cháves en su defensa puede describir frente al tribunal que estuvo envuelta en todo un calvario de suplicios y apremios desde el primer día de detención, sin saber lo que realmente había pasado con su marido.

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-El encuentro. Sonaba raro en cada una de sus explicaciones. Parecía una propuesta de otra época. Para colmo, el que se nombraba como coordinador del evento en Entre Ríos era el intendente de Chajarí, Javier García. Es claro, Chajarí queda en la otra punta de la provincia como para que la vanidad paranaense tome demasiado en serio sus emprendimientos y proyectos. Pero la galería de autoridades provinciales en la conferencia de prensa el viernes por la mañana explicando la convocatoria dio mayor crédito a lo que se proponía. García apareció acompañado por José Carlos Halle, intendente electo de Paraná, y por Ángel Giano, futuro ministro de Salud y Acción Social del gobierno de Sergio Urribarri. La ronda se extendía con el intendente reelecto de San José de Feliciano, Osvaldo Viano; José Nogueira, intendente electo de La Paz; Marcelo Petrucci, radicalismo K; el constituyente electo Raúl Barrandeguy, Federico Soñez y Tomás Luján, de Diálogo por Entre Ríos; y Jorge Barreto, por Libres del Sur. El día sábado en el predio de la Escuela Almafuerte, de La Picada, se congregaron 39 comisiones. Alrededor de 7.000 militantes provenientes de diversos puntos del país se sumaron a otros tantos de la provincia. Los temas sobre los cuales las comisiones trabajaron se correspondían con el abanico más amplio de preocupaciones que hacen a este momento que vive la Argentina. Temas tales como distribución de la riqueza, infraestructura, salud, educación primaria y media, investigación técnica y enseñanza superior, y empresas estratégicas fueron priorizados por la concurrencia. Distribución de la Riqueza fue la comisión más numerosa, al punto de que se subdividió a fin de facilitar la participación de todos los integrantes. Si bien se frustró la presencia de la diputada nacional Patricia Vaca Narvaja -a raíz de un desperfecto en el automóvil que la trasladaba- la figura nacional que más expectativas despertó fue la de Julio Urien.

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