Claudio Cañete
El nuevo intendente de Paraná, José Carlos Halle, confirmó al músico Daniel Rochi como el nuevo titular del área de Cultura en la capital entrerriana. La primera noticia es que al parecer Cultura y Deporte no estarán unificados bajo una misma secretaría como en la gestión saliente. No trascendieron mayores precisiones al respecto.
Tampoco Rochi por el momento dio a conocer los nombres de quienes lo acompañarían en su trabajo. Pero sí se puede hacer un recorrido por el panorama que lo espera luego del 11 de diciembre.
El Centro Cultural Juan L. Ortiz, donde estará su despacho y centro de operaciones, necesita evidentes trabajos de mantenimiento y arreglos. Por dos razones: para que las actividades que allí se desarrollen cuenten con mayores comodidades y para contrarrestar la pérdida de protagonismo que su deterioro le ha producido en la agenda de espectáculos. Además, durante la gestión de Rochi se cumplirán los 10 años de la inauguración de este predio para el Juanele (fue en 1999), luego de deambular por la ex terminal de ómnibus y el puerto. Por eso, para la ocasión este lugar tendrá que estar en condiciones para cumplir su primera década de estadía.
Rochi deberá decidir sobre la continuidad de decenas de talleres comunales/vecinales y otros que se dictan en el propio Juanele, lo que no es poca responsabilidad. Deberá asegurar además la exitosa continuidad de los certámenes plásticos y literarios que ya están instalados como clásicos y que paga sus premios en tiempo y forma. La actual gestión los respetó a rajatabla.
Deberá reactivar el Centro Experimental Gloria Montoya y el Anfiteatro Héctor Santángelo -ambos en el Parque Urquiza-, también en condiciones de evidente deterioro y desprovistos de una agenda de actividades que respondan a un criterio. En este sentido deberá decidir sobre la continuidad de dos cosas positivas que deja la gestión de Gerardo Dayub: los ciclos Cine bajo las estrellas y el de Tango, Salsa y Arena.
El Museo de la Ciudad, bajo la dirección de la arquitecta Laura Vázquez, y el Museo de Sitio son quizás los organismos que más crecieron en la gestión Dayub, así que el desafío será que sus tendencias en alza no caigan.
Los artistas que están relacionados con el Mercado Central La Paz están esperando que no haya cambios inesperados. En ese lugar se despliegan muchas actividades que si bien no tienen una convocatoria masiva, convocan a su público y están haciendo importantes esfuerzos hasta económicos para instalar el lugar en la oferta de espectáculos. El Mercado Central es un espacio de expresión vital para muchos artistas independientes. Por ejemplo, allí tiene su lugar la Asociación Paranaense de Tango, que mantiene un sector en impecables condiciones para realizar sus milongas. La entidad se está recuperando del fallecimiento de su mentor, el maestro Paul Rodríguez. También allí se encuentra La Panadería, espacio de arte, un reducto pequeño que tiene el teatro independiente que cuenta con el fuerte respaldo del Instituto Nacional de Teatro. A lo que se suman dos emprendimientos privados como lo son el Puesto 41 y Lola Loba, dos pubs donde el teatro, la danza y la música en sus diversos géneros tiene alta convocatoria de público todas las semanas.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
