Marca personal
Al hombre prácticamente no se lo ve por su terruño, salvo los fines de semana, aunque apenas llega se recluye en su estancia ubicada en las inmediaciones de la ciudad, que figura a nombre de su suegro. Como en las viejas épocas, volvió a estar casi todos los días hábiles en Paraná, entrando casi por las mismas puertas de su período de gloria, en las coquetas oficinas de calle Santa Fe. Claro que ahora su rol es casi intrascendente y no es como antes, en que todos querían estar a su lado, porque entendían que tenía una importante proyección política, por su habilidad y rapidez en las cosas del oficialismo. Pero hoy por hoy las cosas no son así y más de uno lo ve como “un caído en desgracia”, del que “mejor estar lejos” para no aparecer complicado con algunos de sus chanchullos.
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El contador
Mario Alberto Yedro fue condenado por enriquecimiento ilícito y obligado a entregar al Estado sus costosos campos millonarios -denunciados en su momento por ANALISIS-, que tenía en el departamento Tala. En la investigación judicial, fue citado y tuvo que declarar un contador público concordiense, que era quien le manejaba los números al ex presidente del bloque de senadores del PJ y miembro de la Cámara Alta entrerriana, tanto en el primero, como en el segundo gobierno de Jorge Busti.
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Hombre sin celular
La llegada del vicegobernador José Lauritto a Paraná no fue sencilla. Hombre poco amigo de los teléfonos celulares, ya ha despertado las primeras broncas entre los integrantes del gabinete que se quejan porque no pueden ubicarlo cuando está lejos de la Casa de Gobierno. “Lo llamo a la casa y atiende la mamá”, comentó entre serio y en broma un funcionario provincial que asegura haberlo intimado a que consiga un teléfono móvil aunque el ex intendente de Concepción del Uruguay todavía se resiste. Como si no tuviera suficiente con ello, su mudanza a la capital provincial también estuvo signada por algunos ribetes tragicómicos. En los primeros días de diciembre, los vecinos del apart de calle Urquiza comenzaron a ver alarmados la presencia de fornidos hombres de seguridad en la zona con importantes automóviles con vidrios polarizados frente al coqueto edificio.
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Los camiones municipales
El nuevo gobierno paranaense parece dispuesto a reorganizar una estructura municipal destruida y en ese camino, la estética y la limpieza son banderas, aunque siempre manteniendo la austeridad por la flaqueza de las cuentas públicas. Por eso, se decidió reforzar el parque automotor para la recolección de residuos con la contratación por vía directa de seis camiones volcadores. Lo curioso es que las máquinas son modelos que van de 1955 hasta 1976, es decir que tienen más de 30 años, por 10 horas por día a un valor de 60 pesos por hora. Esto hace un costo diario de 3.600 pesos. Una consulta con representante de la firma Mercedes Benz en la ciudad, comentó que un camión con caja volcadora de siete metros cúbicos cuesta alrededor de 220.000 pesos, apenas poco más que lo que el municipio paga por el alquiler los vetustos vehículos.
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