Marcelo Comas
María Agustina Sánchez fue una de las jugadoras clave del Club Atlético Estudiantes en su primera temporada en la Liga Nacional de Voleibol Femenina. Desde su lugar de punta-receptora colaboró en buena parte para que El Albinegro, primero, obtuviera el pasaporte a los playoff y después cerrara la participación con un octavo puesto que colma las expectativas del cuerpo técnico y la dirigencia paranaense.
La actuación en la máxima categoría se armó a partir de un proyecto encarado por la dirigencia del CAE y en especial por el entrenador Fernando Zapata. Más allá de que la primera experiencia resultó positiva –incluso se enfrentó de igual a igual a los poderosos Banco Nación y Boca Juniors– la intención pasa por contar con mayor apoyo económico desde los entes oficiales y mejorar la estructura deportiva con relación a los demás equipos. Es una cuenta pendiente del gobierno de la provincia, que apoyó con toda su logística los proyectos de Entre Ríos Voley y la participación del Paraná Rowing en la Liga A2.
A propósito de este tema, la hija mayor del legendario Aníbal Sánchez puso de manifiesto que con más presupuesto el resultado hubiera sido distinto. Al respecto manifestó: “Entramos tarde a jugar la Liga y el gobierno no tenía los recursos suficientes para ayudarnos al cien por ciento, ya que había tres equipos compitiendo en el ámbito nacional”.
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