Federico Malvasio
Las noticias de los últimos días dieron cuenta que el policía muerto Rubén Armando Flores es quien ha sido imputado como coautor del crimen del deportista Enzo Benedetich. Para adelante y para atrás sólo existe una serie de dudas en el proceso de investigación. Lo mismo ocurre con la comunicación de los sucesos: desde y para la prensa.
Desde el asesinato del reconocido jugador de básquet, el 26 de septiembre, hasta el surgimiento de un policía desaparecido y finalmente muerto en un descampado, el caso Benedetich se fue plagando de conjeturas e hipótesis construidas con datos falsos que no fueron desmentidos y, peor aún, fueron moldeando un relato de los hechos.
El 27 de septiembre, día en que se difundió la muerte del deportista, a las secciones de policiales de los medios llegaban rumores, historias y trascendidos sobre supuestos tipos de relaciones entre familiares de la víctima y de Liliana Rivas, mujer de Benedetich, imputada y encarcelada como coautora del asesinato. Pero la aparición del cuerpo del cabo amplificó las teorías. Los peor es que los últimos datos advierten que la muerte del policía podría quedar impune.
Rumores
En no menos de 24 horas las presunciones sobre el asesinato de Benedetich parecieron no tener un móvil que llamara la atención para cualquier abogado o periodista que se maneje en el mundo del crimen, pese a que se trataba de una persona reconocida.
--Primer postulado: el basquetbolista y Rivas venían tendiendo un matrimonio en malos términos. Lo cierto es que la relación había comenzado 12 años atrás como un noviazgo. Luego tuvieron una hija, que hoy tiene 7 años. Hubo idas y vueltas en la pareja, incluso un distanciamiento entre 2006 y finales de 2007 en el que cada uno decidió vivir solo. También formaron, cada cual, nuevas parejas. El año pasado volvieron a juntarse y terminaron contrayendo matrimonio, en el mes de agosto.
Algunos hechos puntuales fueron manifestados en la causa por compañeros de Rivas, como por ejemplo “escenas de celos por parte de ella”. No obstante, el abogado querellante, Marcos Rodríguez Allende, insiste en que “la hipótesis más fuerte son las desavenencias matrimoniales, al punto que una de las hermanas de Enzo le dijo que no volviera a juntarse con Rivas porque lo iba a matar”, declaró el profesional a una radio local este martes.
--Segundo postulado: se trató de instalar, pero en el expediente no hay nada de eso, que Rivas se querría quedar con la casa de su marido. El inmueble donde vivían era del padre de la mujer. También se tiró la idea de la mala situación económica del basquetbolista. Algo de eso había. Si bien trabajaba en Coinauto y su esposa en ENERSA, “él vivía al día y tenía cuentas, pero nada que sea escandaloso”, dicen desde la defensa de Rivas.
--Tercer postulado: la hijastra de Benedetich estaría embarazada y –según se dejó trascender- el padre de la menor explotaba de bronca con el ex jugador. Fue, quizás, el mayor disparate. Incluso el rumor perdió credibilidad cuando se corroboró que la noche del hecho, antes de salir ambos a cenar, la invitaron para que se sumara, pero la joven rechazó la idea porque tenía que contactarse con unos amigos en el chat. Para la defensa de Rivas este hecho suena raro, ya que si estaba todo preparado por ella para matar a Benedetich no hubiese invitado a su hija a comer.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
