Sin embargo, a partir de la publicación de este semanario, en la edición del 23 de junio, cuando se consignó en una nota de tapa que había sido trasladado, por decisión judicial, a la unidad penal de Menores de Victoria -donde en su momento también estuvo detenido Ricardo Chicharra Rosenbrock, lo que se entendía como un absurdo- y se dio cuenta de su relación con el negocio de la prostitución en la década del ’80, tanto en Entre Ríos, como así también en Villa Constitución y Salto (Uruguay), hubo una insólita reacción familiar en cadena, a través de numerosas cartas documentos, molestos por lo publicado. En menos de tres semanas llegaron un total de cinco cartas documentos a la redacción de ANALISIS, de parte de hijos, ex esposas y ex parejas de Walter Martínez, por el supuesto daño moral que les había provocado el contenido de la información. O sea, todos se molestaron por la situación planteada en la edición mencionada del semanario, pero nunca por las estafas, los apropiamientos de dineros millonarios que no le pertenecían, los robos de hacienda y maquinaria; los inventos de personajes para fraguar situaciones o las conocidas intimidaciones a diferentes actores de las causas judiciales. Cada uno de ellos hizo la misma advertencia, en cuanto a denunciar penal y civilmente al autor de la nota de ANALISIS, Daniel Enz, como así también radicar presentaciones ante los organismos de prensa nacionales e internacionales, en caso de no desmentir lo publicado oportunamente.
Obviamente, lo publicado se indicó en base a elementos y datos de testigos de esa época -tanto de Entre Ríos, Santa Fe y Salto (Uruguay)- y no es una mera ocurrencia del autor, como se pretende instalar desde las misivas.
El primero en manifestar su enojo fue su hijo Walter Ignacio, residente en Alem 1.047 de Nogoyá, en su carácter de “curador judicial” de su padre. Lo hizo a través de una carta documento de dos carillas, enviada el 30 de junio a la Redacción del Semanario. Al día siguiente, la autora de una misiva de similar contenido fue firmada por Silvia Beatriz Jorgelina Sarasola, con domicilio en España 784 de Rosario del Tala, en su carácter de madre de una hija de Walter Martínez.
Poco después fue el turno de Diego Eduardo y Pamela Martínez, como así también de María Elisa Casas de Martínez, todos con domicilio en Alem 1.047. Los dos primeros son hijos del abogado Walter Martínez, mientras que la restante es su señora madre. En la nueva carta documento se ratifica todo lo señalado en la primera carta firmada por el hijo del letrado preso ahora en la unidad carcelaria de la ciudad de Victoria. Cabe recordar que el mismo Diego Martínez firmante de la carta es uno de los que aparece como co-titular de una de las tres cuentas abiertas en Suiza (por un monto total superior a los 6 millones de dólares robadas al hacendado José Alberto Reggiardo, de su patrimonio personal), por lo cual tienen una causa abierta en dicho país.
Posteriormente llegó una carta documento –con el mismo tenor de las anteriores-, firmada por Patricia Noemí Uriarte, de calle San Lorenzo 884, madre de Diego, Walter y Pamela Martínez.
Finalmente, fue el turno de Olga Etelvina Hereñú, con domicilio en Fitz Gerald 1.088, de Nogoyá. En la misiva, la mujer se presentó como “actual pareja” de Walter Martínez y en el texto señala que lo publicado “mortifica a quien suscribe, por amarlo como buena persona”. Obviamente, al igual que los anteriores, calificó lo indicado por este semanario como “infeliz, desacertado, mentiroso, falaz, tendencioso y totalmente desajustado con la verdad”.
Obviamente, cuando la Justicia lo considere conveniente –a partir de todas las presentaciones anunciadas vía carta documento por su círculo familiar-, este semanario aportará las pruebas pertinentes.
