Álvaro Moreyra

¿Quién no recuerda a aquel futbolista que vestía la camiseta 14 en el Mundial Argentina 1978, de bigote prominente y larga cabellera? Ese mismo que marcó un golazo ante Francia que significó el pasaporte a la segunda fase de aquel equipo comandado por César Luis Menotti. Ése que fue una de las figuras de La Albiceleste en la obtención de la primera Copa Mundial, solamente opacado por Mario Alberto Kempes. Ése que nació en Unión de Santa Fe, fue cedido a préstamo, explotó y el Tatengue lo repatrió. El que hizo delirar a millones de hinchas de River diseminados en todo el país. El que alguna vez jugó en Belgrano de Paraná y años después estuvo a un pelo de ascender como entrenador del Mondonguero. Ése que sigue siendo uno de los grandes goleadores del fútbol argentino, que se retiró en Deportivo Maipú de Mendoza y se quedó a vivir en la Tierra del sol y el buen vino.

Por estos días ese hombre anduvo por la capital entrerriana, y aunque para muchos pasó inadvertido, fue una de las últimas grandes visitas que pisó suelo paranaense.

Su nombre es Leopoldo Jacinto Luque. Uno de los grandes, y recordados, goleadores que tuvo el fútbol argentino y uno de los pocos futbolistas de estas tierras que se dio el lujo de levantar la copa del mundo.

En su breve paso por Paraná, Luque habló con ANALISIS de diversos temas, lógicamente la mayoría vinculados con el fútbol, su gran pasión.

El presente, dividido en dos

En el arranque el ex futbolista habló de su actualidad, claro está, al lado del deporte que más ama: “Continúo con mi actividad en la Dirección de Deportes de Mendoza, allí estoy como encargado de supervisar y coordinar de los programas vinculados con el fútbol”.

-¿Es un programa especial destinado al deporte?
-Exactamente, se llama Vida de Club y consiste en que, donde haya un club tiene que existir vida deportiva, sobre todo el fútbol, que considero que es el deporte más barato que existe.

-¿Por qué?
-Porque en un campito, con dos o tres pelotas, dos conitos o lo que sea, podés armar un partido de fútbol, por eso creo que es el más económico.

-¿A qué apunta fundamentalmente?
-A la tarea de contención, lamentablemente la cantidad de tiempo no es la necesaria porque son dos o tres horas nada más, el resto están en su casa, por eso es que habitualmente les doy charlas instructivas a los padres también.

-¿Se buscan talentos también?
-El objetivo primordial no es ese, aunque si aparecen, bienvenidos sean.

Para clarificar bien la respuesta, agregó: “Nuestra idea es inculcar el deporte como una posible herramienta para la vida, para que el día de mañana si alguno de los chicos desea llegar a ser profesional, en cualquier disciplina, comience a cuidarse desde chico. En el área consideramos que si practicás un deporte y se hace un hábito, es por demás positivo”.

Y cerró: “Creo que merece ser destacado que al programa es gratis, desde un comienzo buscamos que sea subvencionado por el gobierno o bien por una empresa, fue el Estado el que nos dio el visto bueno y rescato que a pesar de las banderas políticas se siguió llevando adelante porque lleva prácticamente 15 años y si bien sufrió algunas modificaciones, sigue funcionando”.

-¿Pero trabajar con el Estado también trae complicaciones?
-La verdad que sí, hay que pelearla mucho a veces porque existe una burocracia terrible. Cuando se necesita material generalmente es ya y tarda su tiempo, por eso es que muchas veces hablo con un amigo o conocidos para conseguir pecheras, pelotas, para que no haya que detener la actividad. Al margen de ello, estoy muy feliz por la labor que estamos llevando adelante.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)