Por Américo Schvartzman
Algunos pocos años atrás lo calificamos en ANALISIS como “El Polígrafo de La Histórica”. El cariñoso mote le gustó y Luis lo ha desparramado por ahí, con cierto orgullo. Pero a esta altura, el adjetivo le viene tirando de sisa. La verdad es que Salvarezza es uno de los hacedores culturales más activos, profundos y prolíficos de Entre Ríos. Un legítimo exponente del patrimonio cultural entrerriano que –permítanme la queja– no está siendo visualizado por la comunidad en su medida precisa. (Cierto que no es habitual que las sociedades reconozcan en el momento y lugar adecuado a sus movilizadores destacados. Por algo el saber popular registra la frase “Nadie es profeta en su tierra”).
Luis Alberto Salvarezza dice que hoy se siente “realmente contento compartiendo y haciendo. Éste es un momento de mucha luz, algo desprejuiciado, alejado de miradas y rumores que antes atendía. Me he despojado de ropajes, de escenarios y muchas cosas de las que debí alejarme o quitarme hace tiempo”.
En estas páginas repasamos –con un imposible esfuerzo de síntesis que de entrada advertimos como una tarea casi inabordable– algunas de las iniciativas que hoy lo tienen como protagonista de las artes y las letras en nuestra realidad, en un intento de compartir la inabarcable panoplia de propuestas –ocurrentes, innovadoras, originales, disruptivas…– que viene impulsando en estos días.
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