Por A.S.

—¿Cómo anda?
—Bien. Desde hace días, con un entripado que no logro responder. ¿Me ayuda?
—Si está a mi alcance.

—Es sobre el gobierno nacional.
—Diga nomás.

—Quiero saber su opinión. ¿Qué son? ¿Liberales, populistas, neoliberales, desarrollistas?
—Pah. Qué pregunta. ¿De qué estamos hablando?

—¿Cómo de qué estamos hablando? Del gobierno nacional, ¿no me escuchó?
—Claro que lo escuché, pero quiero saber desde qué punto de vista formula la pregunta. Porque si hablamos en general, por ahí es una cosa, pero si hablamos estrictamente de economía, es otra.

—Empezamos mal. Le hice una pregunta sencilla y ya me complica todo. A ver, explíquese porque no le entiendo.
—Ja. ¡Sencilla!, seguro.

—Y encima se burla.
—No me burlo. Mi expresión tiene que ver con que esa pregunta no tiene nada de sencilla. Pero le explico. Supongamos que hablamos de Menem. ¿Qué era: liberal, populista, neoliberal, desarrollista?

—Era peronista. Un europeo diría que era populista.
—Claro. Pero en economía era claramente neoliberal. ¿Me explico?

—Ah, sí. Entiendo. Entonces hablamos de economía. O por lo menos, mi pregunta iba para ese lado: qué tipo de programa económico tiene el gobierno de Cambiemos.
—Bueno, si hablamos de economía…

—Espere. Me surgió una duda antes. ¿Entonces se puede ser populista y neoliberal?
—Y sí. Es decir: siendo populista se puede ser prácticamente cualquier cosa en materia económica, porque el populismo más que una doctrina (política y por ende económica) es un estilo de gobierno, una forma de hacer política. ¿Se entiende? De Menem muchos decían que inauguró el “populismo de mercado”.

(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS del 27 de abril de 2017)