Silvio Méndez
En los próximos días, desde octubre, el pasaje de colectivos en la capital provincial pasará a costar $14,85. Se trata de la suba escalonada ya programada para este año que fuera aprobada el 28 de mayo pasado por el Honorable Concejo Deliberante, cuando se fijó la tarifa de $12,40 para el período de junio a septiembre del corriente. Este incremento, que erosionará aún más los golpeados salarios de los usuarios de ómnibus podría ser una pequeñez comparado con las cifras que se manejan para el año que viene. Sucede que el gobierno nacional ha anunciado que desde 2019 dejará de asignar recursos para compensar la tarifa para quienes usen este medio.
Sin este aporte, el boleto general podría pasar a costar aproximadamente $50 según los cálculos de los empresarios del sector.
Ahora, con la bomba de tiempo activada por la administración del presidente Mauricio Macri, comenzaron a gestarse distintas reuniones entre partes interesadas para definir quién o quiénes se harán cargo de los aproximadamente 900 millones de pesos que se destinan en todo el país como aporte para que el colectivo sea un medio accesible.
La idea que ha comenzado a tomar cuerpo es que desde enero próximo el auxilio financiero sea contribuido por las jurisdicciones provinciales y municipales. Y en este escenario también comenzó la pulseada para que sea Nación quien no deje de hacer el mayor aporte, aunque estas esperanzas se desvanecen a medida que se hace permeable a los condicionamientos del Fondo Monetario Internacional para achicar gastos en función de obtener financiamiento externo.
Con una medida tan impopular que comenzará a regir en un año electoral y de alto impacto en las administraciones locales, la disputa por quién se hará cargo del costo político y económico tampoco reconoce bandos partidario. Recientemente en diálogo con la prensa, el intendente de Paraná, Sergio Varisco sostuvo que en caso de que sea efectiva la quita de la asistencia Federal se vería ante una situación de tener que enfrentar la decisión de sus aliados nacionales de Cambiemos.
Se debe tener en cuenta que además de lo asignado a través del Ministerio de Transporte, la comuna ya aporta un subsidio a la tarifa plana de colectivo. Cuando fuera aprobada la última “adecuación” de tarifas, el proyecto girado originalmente por el Ejecutivo municipal contemplaba un costo para el boleto general de $13,50 para el periodo junio–septiembre, y desde octubre $14,85. Pero ante la negativa de la mayoría de los concejales de aprobar ese primer monto, la ordenanza N°9.695 incorporó en el artículo 2° un aporte de la Municipalidad para las empresas prestatarias del servicio de $1,10 por “cada pasajero transportado” en ese lapso. De este modo, el pasaje quedó en $12,40 –precios que rige hasta este mes–, y la diferencia para llegar a esos $13,50, los paga el gobierno municipal.
El cálculo exacto de cuántos pasajeros se transportaron en ese período para hacer un cálculo de a cuánto asciende el subsidio municipal se desconoce. Y si bien la N°9.695 establece en su artículo 3° que las empresas concesionarias deberán presentar comprobantes de la cantidad de pasajeros transportados para que se le liquide el subsidio municipal, ese número no se ha hecho público. Igualmente la Municipalidad en las facultades que tiene para reasignar fondos en su presupuesto, ya reservó $18.000.000 para este ítem y otros $11.130.412 para afrontar el Boleto Estudiantil Gratuito (BEGU).
(Más información en la edición gráfica número 1086 de la revista ANALISIS del jueves 27 de septiembre de 2018)
