Tras su paso por San Lorenzo y luego de grandes campañas con Instituto de Córdoba, el DT entrerriano recibió una propuesta por demás singular. La aceptó y desde noviembre es el entrenador del Veltex Shizuoka, elenco que participa en la tercera división de la Liga Japonesa. “Me estoy adaptando. No es fácil, pero la voy llevando bien”, contó en la charla, para luego agregar: “Un partido de básquet en Japón es un entretenimiento. La gente saluda y aplaude a los jugadores de ambos equipos. Hay un desarrollo del marketing muy importante”.
Pablo Rochi
Es lunes para él. Domingo para nosotros. En Argentina, Boca juega con Vélez en el cierre de un nuevo fin de semana. Del otro lado, el reloj marca las 9 de la mañana y la semana de trabajo da sus primeros pasos. El mundo está lleno de particularidades, tan extrañas como asombrosas. Así y todo, la charla se resume a un solo eje: la nueva vida del técnico paranaense Facundo Müller en Japón.
Hay 12 horas de diferencias entre la ciudad de Shizuoka y Paraná, igual, el tiempo y la distancia solo son parte del decorado de una charla que tiene como objetivo contar sobre la experiencia del entrenador entrerriano a miles de kilómetros de su tierra natal.
Facundo Müller es un director técnico de básquet que en nuestro país cuenta con una reputación muy grande. No por nada, dirigió los mejores equipos de la Liga Nacional. A pesar de ello, una propuesta algo singular le abrió las puertas a un desafío muy grande, en todo sentido: hacerse cargo del Veltex Shizuoka, equipo que milita en la Liga B3 de Japón.
Es muy difícil ser entrenador y echar raíces en un mismo sitio. Y Müller lo sabe muy bien. Vivió en Buenos Aires, en Rafaela, en Sunchales, en La Banda, en Mar del Plata y en Córdoba, entre otras ciudades. Ahora lo hace en Shizuoka. Con otras costumbres pero con la misma pasión de entrenar y dirigir.
-Se sabe que la profesión muchas veces te lleva a lugares impensados, como el de ahora. Ya hace unos meses estás en Japón. ¿Cómo ha sido este tiempo desde que llegaste?.
-Llegué en noviembre del año pasado a Japón. Llevo 4 meses y está resultando una gran experiencia de vida y también laboral. Es una liga que no conocía y con un idioma difícil para poder comunicarse. Mi equipo juega en la tercera división de Japón. Así que aquí estoy, con mucho trabajo.
-El básquet argentino se ganó un respeto muy grande en todo el mundo, de hecho, muchos técnicos son requeridos en diferentes Ligas: México, Venezuela, Uruguay, Brasil, España y Chile. En tu caso, ¿cómo surgió esta posibilidad y porqué aceptaste este desafío?.
-Surgió porque vine a Tokyo en julio del 2017 a entrenar a la Selección de Japón por un mes. Julio Lamas, que había sido designado para conducir el seleccionado, no pudo llegar a tiempo y me ofreció reemplazarlo hasta que él llegara. Ese trabajo de un mes me generó conocer un poco el básquet de Japón. Ahora acepté venir porque estaba sin equipo en Argentina y me pareció que era una buena oportunidad para trabajar en el exterior.
-Llevás meses en Shizuoka. ¿Qué particularidades tiene el básquet de Japón, su Liga y su estructura?.
-La B League, así se llama la Liga, tiene 5 años de competencia. Es una liga nueva y tiene tres categorías. Ellos miran más para Estados Unidos. Un partido de básquet en Japón es parecido a un partido en Estados Unidos. Es un entretenimiento. La gente va a los partidos, saluda y aplaude a los jugadores de ambos equipos. Hay un desarrollo del marketing muy importante. Al menos eso pasa con mi equipo en Shizuoka. Mi equipo tiene un staff técnico que incluye mucha gente y la estructura tiene otro staff que se ocupa del desarrollo del producto, ya sea marketing, finanzas, etc.
-Veltex Shizuoka es el equipo al que dirigís. ¿Cómo es el vínculo y la comunicación con los jugadores?.
-Es un equipo nuevo. Esta es la segunda temporada en la B League. Estamos en la tercera división y el objetivo planteado es llegar a Primera División. Tienen proyectado construir un estadio para 8 mil personas. Con los jugadores me comunico en español/japonés con un traductor y en inglés/japonés con otro traductor. Comunicarse, hacerse entender, escuchar a los jugadores es el tema más importante. Presto mucha atención a eso para poder entendernos.
-Y más allá de lo deportivo, ¿cómo es tu vida en Japón, un país con una cultura netamente diferente a la nuestra?.
-Me estoy adaptando. No es fácil, pero la voy llevando bien. Me ayuda el haber venido con Tomás Lamas, que es mi Asistente. Juntos preparamos el trabajo. Afuera de la cancha estoy conociendo la ciudad. Me vine sin mi familia y la realidad es que con el paso del tiempo se está siendo duro. Ellos iban a venir pero Japón cerró las fronteras por el COVID y no pudieron venir.
(La nota completa en la edición 1118 de la revista ANALISIS del jueves 11 de marzo de 2021)
