El gobierno entrerriano elaboró un informe que en abril pasado fue enviado en forma reservada a la Cancillería Argentina en el que da cuenta del terrible impacto que significaría la instalación de dos plantas de pasta de celulosa en Fray Bentos, frente a Gualeguaychú. ANALISIS tuvo acceso al estudio cuya elaboración estuvo a cargo del director de Desarrollo, Ecología y Control Ambiental, Gabriel Moguilner, que tiene por objeto “brindar información sobre los riesgos potenciales de daño ambiental e impactos negativos, producto de las metodologías empleadas para el sistema de blanqueo de pasta de celulosa con dióxido de cloro” que utilizan las empresas celulósicas, e insiste en que el gobierno “sigue muy atentamente, todo lo actuado y desarrollado por las autoridades uruguayas, en lo referente a la autorización o permiso de prefactibilidad otorgada a tal efecto a dichas empresas”. En tanto, también se solicitó a la Universidad Nacional del Litoral que elabore un estudio técnico para continuar con las discusiones con el Uruguay en ámbitos legales.

El presente informe tiene por objeto brindar algunos conocimientos técnicos básicos en lo referente al funcionamiento de una planta de celulosa y sus posibles impactos negativos sobre el medio ambiente.

La industria papelera es considerada una de las industrias potencialmente más contaminantes si no está correctamente manejada y continuamente controlada. Esto ha generado que, debido a los altos niveles de urbanización, en el viejo continente se tienda a erradicar este tipo de industrias hacia los países menos desarrollados donde las exigencias ambientales no son (todavía) tan rigurosas.

En los últimos años, los procesos de fabricación de papel han avanzado significativamente en pos de disminuir (no eliminar) los posibles efectos negativos sobre el medio. Sin embargo, una fábrica de este tipo modifica significativamente aspectos socio-ambientales de la región, debido a que “altera” las condiciones del entorno que son propicias para futuras inversiones en la región (como ejemplo, es muy difícil la convivencia de una empresa como esta y los emprendimientos turísticos como la hotelería, la explotación agrícolo-ganadera, la explotación pezquera, etcétera).

Las cuestionamientos planteados a la instalación y radicación de las plantas de pasta de celulosa cercanas a la ciudad de Fray Bentos, sobre el río Uruguay, con un área de impacto directo sobre la ciudad de Gualeguaychú y zonas aledañas, tiene que ver, no sólo con sus posibles impactos ambientales (contaminación de agua, suelo y aire, cambios climáticos, alteración de la biodiversidad, etcétera), sino también con el proyecto de desarrollo de la región.

Los proyectos y su impacto

La empresa uruguaya “Celulosas de M’bopicuá” del Grupo Español ENCE Sociedad Anónima, ha sido creada en la República Oriental del Uruguay con el objeto de producir entre 300.000 a 400.000 toneladas por año de pasta de celulosa y la empresa finlandesa Botnia, produciría aproximadamente 1,1 millones de toneladas por año de pasta de celulosa, (más del 50 por ciento de lo que producen sus cinco plantas en Finlandia y tres veces más de lo que produce una sola planta en el mismo país), a partir de chips de diferentes variedades de Eucalyptus, en una zona de impacto directo que comprende un área de cuatro kilómetros entre cada una, ubicadas la primera dos kilómetros aguas arriba del Puente Internacional y la finlandesa a dos kilómetros aguas abajo del mismo puente, a escasos dos kilómetros de la ciudad de Fray Bentos y a cuatro kilómetros del balneario Ñandubaysal en la costa entrerriana y a 27 kilómetros de la ciudad de Gualeguaychú.

(más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)