Daniel Tirso Fiorotto
(especial para ANALISIS)

Gran parte de la sociedad sigue ilusionada (ocurría igual en los ‘90), con mejoras económicas generales en este 2005, y se encuentran con que sectores mayoritarios, vinculados a la economía interna, buscan llamar la atención pública porque el modelo no les cierra. Desde el poder se cultiva la idea de que el campo sacó la lotería con la devaluación y medidas sucesivas, pero este 12 de octubre los campesinos entrerrianos y de otras latitudes marcharán hacia la Plaza de Mayo para desenmascarar la ilusión y denunciar que el modelo sobrevive camuflado, que las economías del interior del país no se sostienen, y que para botón de muestra están los frustrados colonos de Santa Elena.

“Prefiero el arte de alimentar a los hombres, al arte de matarlos; y coloco mucho más alto el mérito del agricultor al del guerrero… El aniversario de la fundación de una colonia es más importante que el de una batalla… Los agricultores, señores, son los verdaderos soldados de Dios. Son los verdaderos conquistadores”. No dejan dudas las palabras del periodista, organizador y administrador de colonias, e impulsor del asociativismo en Entre Ríos, Alejo Peyret.

Peyret traía ideas republicanas y distributivas sacadas de su Francia, y las aplicó en parte a pedido del general Justo José de Urquiza, pero brotaron particularmente en las lomadas donde algunas décadas antes ya se había alertado sobre el flagelo de la concentración de las tierras.

Tomás de Rocamora y José Artigas habían denunciado el desequilibrio y actuado en consecuencia, y algunos estudiosos estiman que esa lucha contra el interés latifundista precipitó la caída de ambos, pero los mensajes quedaron, y luego en distintos períodos se intentaron planes que procuraban mayor equilibrio y, de una u otra manera, se puso el dedo en el problema.

La tendencia incontrastable a la concentración de la propiedad y la expulsión de chacareros de las tres gestiones del actual gobierno, sin un solo plan de reparto, sólo podría aceptarse en una provincia sin historia, sin luchas pasadas, pero no se explica en Entre Ríos que está sembrada de testimonios profundos y complejos en materia de colonización y población de todos los rincones.

El Censo Agropecuario 2002 muestra con crudeza el resultado de las políticas instrumentadas en plena democracia para el campo: expulsión, concentración, pobreza. Y ya el censo de población 2001 exhibía el camino paralelo y necesario: pobreza en las ciudades, hacinamiento en los barrios, desocupación.

Lo llamativo no es que los mayores responsables sigan gobernando; ya se sabe cómo funcionan las estructuras electorales. Lo sorprendente es que no se les caiga una sola autocrítica y que continúen con las políticas como si estuvieran coronadas por el éxito, en donde unos pocos especuladores viven de rentas y exprimen a empleados y chacareros y expulsan a familias completas del campo, con la anuencia y el impulso del gobierno. Sí, el fomento estatal de la concentración y la economía rentística.

El afán de retroceso a ultranza (ya ni conservador se le puede llamar, porque ni siquiera conserva lo que está mal sino que lo empeora) desafía cualquier lógica, se hace en miles de páginas escritas con razones irrefutables en el último siglo sobre la necesidad de multiplicar las actividades para dar asiendo al pueblo, y arremete con una lógica “sojística” de espantosa uniformidad que todo lo funda y lo funde en una “cuestión de escala” sin otro asidero que la fe, o mejor, el fundamentalismo. Pero lo hace, y lo sostiene sin hesitar, e incluso leyes que dan la apariencia de movimiento, cuando la sociedad se vuelve tensa, para incumplirla al día siguiente si las aguas se calmaron.

Los siguientes testimonios de entrerrianos de Santa Elena sirven a los efectos de mostrar el panorama desolador porque conjugan bien la acumulación de tierras para pocos y la miseria de muchos sostenidos, en el mejor de los casos, con planes de 150 pesos que no alcanzan ni para la leche de sus hijos.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)