S. V. M.
Aunque han pasado tan sólo ocho meses del escándalo por los alimentos en mal estado que produjo la caída de la ex ministra Graciela Degani, la gestión del nuevo titular de Salud y Acción Social, Gustavo Bordet, continúa realizando recambios de funcionarios, algo que parece inevitable si se tiene en cuenta que en la Secretaría de Salud la situación aún no se ha regularizado. Falta organización de temas fundamentales y estratégicos en materia de salud y con muy escaso margen para el error; se han perdido dos valiosos años para la definición de la política pública en un área demasiado sensible, todo ello sin perder de vista que este es el año de poner a punto los temas pendientes para el proceso eleccionario del 2007.
Los rumores de recambio de funcionarios, renuncias y pases están a la orden del día. Desde hace varias semanas se suceden con variada intensidad las versiones periodísticas de lo que bien podría denominarse “Crónica de una muerte anunciada”.
Cada una de ellas apuntaba al secretario de Salud, el odontólogo Juan Abolafia, que había resistido todo tipo de embates que lo mantenían en su cargo, más allá de que en reiteradas ocasiones esto se tornaba insostenible y fuera negado públicamente toda vez que se preguntaba sobre el tema.
Más allá de las negaciones, desde la cartera de Salud y Acción Social se ha reconocido que no fue poco el trabajo realizado desde la llegada a este Ministerio del contador Gustavo Bordet, en procura de modificar la imagen de caos que reinaba tras la salida de Graciela Degani, así como también se considera todo lo que aún queda por hacer, concientes de que esa acción debía estar centralizada concretamente en cambios sustanciales en el área.
De dimitidos y asunciones
Por ello, además del alejamiento del doctor Juan Abolafia otros nombres comenzaron a barajarse para la continuidad de recambios.
El primero tiene que ver con el pase desde la Dirección de Atención Médica a la Secretaría de Salud del doctor José María Legascue, que llegara a la comitiva de salud de la mano de Graciela Degani y que ha sabido adecuarse a los distintos perfiles que se fueron sucediendo con gran habilidad. Hoy es una de las personas que representa en temas sanitarios a la provincia, participando en reuniones como el Consejo Federal de Salud (Cofesa), donde se delinean las políticas sanitarias nacionales.
Si bien aún no se ha definido quién ocuparía el lugar que dejó vacante Legascue, tampoco hay definiciones en otras direcciones como Salud Mental, Emergencia, Despacho, o Asuntos Legales, donde ya han comenzado a circular un listado de nombres, como por ejemplo el del letrado Germán Coronel para ocupar la Dirección de Despacho en reemplazo de Javier Almada, que pasaría a la Caja de Jubilaciones.
Todavía no se sabe quiénes desembarcarán en los cargos ocupados por la asesora legal, Mariela Baranoff, y la secretaria privada Dolores Paredes, que deberán volver a sus lugares de origen.
Tanto Maternidad e Infancia como Epidemiología y Atención Primaria de la Salud permanecerán como estaban, a cargo de Sonia Velásquez, Mónica Ilardo y Claudia Fillastre, mientras que en Odontología quedaría Ubaldo Pérez, ya que Abolafia no retornaría a este cargo administrativo, sino que pasaría a ser asesor en el Poder Ejecutivo.
Como en toda estructura administrativa estos cambios generan resistencias, alianzas y operaciones políticas emblemáticas, que dan cuenta de personajes que poco favor le han hecho a la salud y aún así siguen tramando desde la oscuridad, más allá de haber recibido el rechazo público, como la ex ministra Degani, que todavía tiene ganas de seguir jugando a la política.
(Más información en la edición gráfica de la semana de ANALISIS)
