Marcelo Comas

El rugbier paranaense Martín Gaitán vive momentos agridulces en su carrera deportiva. Por un lado, se está recuperando de una seria lesión que le produjo la rotura del ligamento cruzado anterior, dolencia que le demandará dos meses más de reposo, aunque ya está realizando los primeros movimientos precompetitivos con la ayuda de un kinesiólogo. En diálogo con ANALISIS, vía e-mail, El Negro contó la experiencia de estar ausente de uno de los principales campeonatos en Europa. También se pronunció con relación a la discusión que mantiene en vilo al rugby de nuestro país, dado que 59 jugadores entre profesionales y amateurs firmaron una carta en contra del manejo dirigencial de las principales autoridades de la Unión Argentina de Rugby (UAR) por no prestar el debido apoyo a los jugadores.

El ex jugador del Club Atlético Estudiantes, Atlético del Rosario y el CASI de Buenos Aires, Martín Gaitán -actualmente recuperándose de una lesión en el Biarritz de Francia- se refirió a la controversia generada entre la dirigencia de la Unión Argentina de Rugby (UAR) y los jugadores enrolados en Los Pumas, es decir un total de 59 que militan en diferentes ligas europeas. Entre otras cuestiones se planteaba desde el lado de los rugbiers el hecho de otorgarle otra relevancia al deporte en nuestro país, que no sólo pasa por el hecho de brindarle categoría de profesional. Esta situación trae a colación el conflicto desatado en la década del 90 cuando los jugadores solicitaban que fueran tenidos en cuenta para la Selección Nacional aquellos exponentes que se desempeñaban en el exterior.

El presente marca que Los Pumas piden a gritos un mayor apoyo y dedicación por parte de los popes de la UAR para estar más cerca del nivel de las potencias mundiales superprofesionalizadas. Se oponen dos posturas ideológicas netamente diferenciadas: la de los deportistas que luchan por un rugby que de alguna manera pueda llamarse profesional y la de los directivos que defienden a muerte el sistema amateur.

En todo caso, el problema es que los dirigentes siguen abrazados a la necia posición más vinculada al romanticismo deportivo difícil de sostener en estos tiempos si se pretende seguir compitiendo a nivel mundial. No habrá llegado el tiempo de tomar el “toro por las astas” y dejar de lado las diferencias y ciertas conductas enviciadas durante el mandato de anteriores comisiones directivas. El prestigio de nuestro rugby está por delante, sobre todo por encima de la soberbia de algunos que creen que por ostentar un cargo pueden hacer y deshacer a su antojo.

En diálogo vía chat con este medio, el rugbier paranaense manifestó su postura en torno al momento que vive el deporte de la ovalada en el país. Si bien no está en actividad en este momento por la lesión que lo aqueja desde hace unos meses, El Negro no deja de estar en contacto con los argentinos que practican este deporte y residen en Francia y en el resto de Europa.

En cuanto al conflicto originado entre la UAR y Los Pumas, en el cual se vio inmiscuido al ser convocado por el grupo de compañeros que integra activamente el Seleccionado Nacional de Rugby, Gaitán dejó entrever su punto de vista y en ese caso puso en clara la posición que tomaron muchos de los jugadores enfrentados con los popes del rugby nacional.

Al ex back del Club Atlético Estudiantes se lo reconoce como un tipo humilde, de perfil bajo y muy poco adepto a brindar notas periodísticas. No obstante, se entregó a la charla con este medio y corrió el velo de varias cuestiones desconocidas para cualquier persona alejada del ambiente de este deporte en la Argentina. Todavía es recordado por su brillante actuación en la Copa del Mundo de 2003, donde se convirtió en el tryman de Los Pumas. De sus antecedentes en el conjunto galo debe decirse que el entrerriano llegó al equipo en 2002, pero al estar completo el cupo de extranjeros, integró dos años en el segundo equipo y sólo actuó en la “Copa de Europa”. Superada esa limitación, el back, iniciado en el Club Estudiantes (CAE), de Paraná, se convirtió en pieza clave de la formación principal en la obtención del Top 16. Las presiones no corren para Martín Gaitán, alejado del triunfalismo que persigue a los deportistas de elite. Él toma esta disciplina como un divertimento que no llega a ser un trabajo, aunque no deja de reconocer que le brinda un importante ingreso económico. Mucho menos le pesó ser integrante del elenco alternativo denominado “espoirs”, sabiendo que la oportunidad de jugar en el primer equipo iba a llegar por decantación. Tan sólo bastaba con demostrar sus condiciones y la pasta de ganador que lo ha caracterizado desde sus inicios en el deporte de la ovalada.

-¿Por qué motivos se origina el conflicto entre la UAR y los 59 Pumas que decidieron renunciar a las convocatorias para los test match internacionales?
-El conflicto se origino básicamente porque los jugadores estábamos haciendo un reclamo y no fuimos escuchados.

-¿A qué apunta básicamente el reclamo de los jugadores?
-A que se respete la estructura que con tanto esfuerzo se había logrado armar en los últimos años. Y sobre todo para que los jugadores que actúan en el rugby local y estén dentro del seleccionado puedan tener una buena preparación. No es por la plata, como se dijo.

-¿Se busca de alguna manera un rugby más “profesional” o en su defecto “algo profesional”?
-El rugby en Argentina no creo que pueda ser profesional, pero si pretendemos competir en el mejor nivel, al menos la organización de nuestro rugby debería serlo. Para así permitirles a los jugadores prepararse de la mejor manera posible, dentro de lo que son nuestras posibilidades.

-¿Qué opinás de que en la Argentina se pueda organizar una Liga Profesional de Rugby?
-Yo creo que estamos obligados a hacer algo así se pretendemos seguir compitiendo a nivel profesional como el resto de los países y para mantener nuestro rugby. Si no vamos a desaparecer. Porque ahora la mayoría de los países tiene ligas profesionales, y si nosotros no tenemos una, nos vamos a quedar sin jugadores. Ya está pasando; el nivel de rugby argentino, en solo tres o cuatro años ha descendido notablemente y eso se debe a la emigración de jugadores.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)