Un comisario sin gloria
A fines de la semana pasada falleció el comisario José Luis Bykaluk, quien estaba al frente de la Comisaría de General Galarza. Una larga enfermedad provocó su muerte, en Rosario, donde se encontraba internado. Bykaluk había pasado por las jefaturas departamentales de Gualeguay, Victoria y en la Dirección Rural e Islas. Su rol en estos últimos lugares fue muy cuestionado. Fue acusado por apremios ilegales a los pescadores, de perseguirlos siempre y hasta despojarlos de sus pertenencias en varias instancias.
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El cuestionamiento
En los últimos días circuló un paper reservado, en varios medios de comunicación, donde se recordaba -en medio de la insistencia bustista, de enrostrarle al ex titular de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA), Oscar Rovira, su pasado como juez Civil y Comercial de Concordia, en tiempos de la última dictadura, cada vez que hace alguna declaración crítica contra esta administración- que el hoy diputado nacional José Eduardo Lauritto (PJ-Entre Ríos) asumió como defensor oficial del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay en pleno gobierno militar. Exactamente, en días previos al inicio del Mundial de Fútbol de 1978 y algo habría tenido que ver su padre, un teniente coronel de Ejército. Allí se ponía en duda el accionar de Lauritto como defensor, en tiempos en que eran encarcelados los dirigentes políticos y en especial los provenientes del peronismo.
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La amnesia
El precandidato a intendente de Paraná, Sergio Varisco, llegó a la emisora y participó de un amplio reportaje en vivo. Se molestó cuando uno de los periodistas destacó la gestión del solanismo, en materia de Cultura, en la capital entrerriana. No quiso decir nada al aire, pero cuando terminó la entrevista y salió al pasillo, optó por criticar duramente el comentario que habían hecho. “La gente de Solanas nunca trajo a nadie. Nosotros lo trajimos a Joan Manuel Serrat y se nos escapó Joaquín Sabina porque se enfermó”, dijo sin titubear el actual diputado nacional.
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Decisiones difíciles
Las presiones que genera la interna política están presentes en toda la provincia, a pesar de que haya algunos lugares en los que no se perciba abiertamente. Hernandarias es una pequeña localidad de 4.000 habitantes ubicada unos 90 kilómetros al norte de Paraná, que en 2001 sufrió un duro golpe por el desmoronamiento de barrancas cuando llovió en tres meses lo que debió en un año. Desde hace ocho años está gobernada por Enzo Invinkelried (PJ) y en los últimos años ha recibido un importante influjo de dinero para obras públicas nacionales y provinciales. De hecho, actualmente se está ejecutando la obra de estabilización de barrancas con un presupuesto de 25 millones de pesos. Aunque en el pueblo no se ven pintadas ni afiches, ni carteles, ni comités ni unidades básicas, la interna está presente.
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Asueto
El 11 de septiembre pasado, estuvo en Paraná el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de la Nación, Remo Carlotto, para dar una charla en la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) en el marco de las actividades del programa Educar en Derechos Humanos, de la casa de altos estudios, donde integró un panel con secretario de Justicia José Carlos Halle, y su par de Santa Fe, Domingo Pochettino. Carlotto planteó las disidencias que han surgido en torno al concepto de derechos humanos, acotado a los límites de las consignas en torno a los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar y sujeto a controversias que no deberían tener lugar, al tiempo que marcó la necesidad de profundizar el concepto en torno a los derechos ambientales, la salud, la educación, la justicia y al modo en que los agentes públicos están formados para no violar derechos en la prestación de los servicios del Estado.
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Candidato intentante
Cada proceso eleccionario tiene a esos dirigentes que lanzan postulaciones personales, aunque su verdadero objetivo es negociar por otros cargos. Todas las agrupaciones los tienen, aunque seguramente ninguno como el Partido Justicialista. Y un nombre que cada cuatro años se repite en esa nómina es el de Alfredo Patita Barbieri, un dirigente del barrio San Roque de Paraná, con cuyo rostro han aparecido empapelados algunos puntos de la capital provincial en los últimos días.
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La herencia
El nombre de Patricia Díaz poco dice por sí solo en el mundo político entrerriano. Pero cobra singular trascendencia si se aclara que se trata de la segunda esposa del intendente de Santa Elena, Domingo Daniel Rossi. Aunque a la mujer no se le conoce ningún tipo de militancia política, más allá de haber acompañado fielmente el derrotero de su marido por los Tribunales, se la destaca como una persona muy influyente en el entorno del condenado presidente municipal. Pero ahora, con la interna desatada, la mujer ha dejado al descubierto su verdadera vocación: en un encuentro programático del justicialismo de La Paz que tuvo lugar días atrás, el propio Rossi la proclamó como candidata a diputada provincial por el departamento en la lista que se anunció que encabezaría gobernador Jorge Busti.
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