Pablo Rochi
Este fin de semana se correrá en nuestra ciudad la última carrera de la temporada 2006 del TC 2000. La expectativa por recibir a la categoría de mayor tecnología del automovilismo sudamericano es enorme y más ante un final sumamente parejo y equilibrado, en el cual cuatro pilotos tienen chances de coronarse campeones. Juan Manuel Silva (Honda Petrobrás), Matías Rossi (Chevrolet Elaion), Gabriel Ponce de León (Ford YPF) y Martín Basso (Ford YPF) son los que tienen posibilidades y desde ya que en la pista del Club de Volantes Entrerrianos (CVE) se jugarán todo por el todo para quedarse con la consagración. Los dirigentes de CVE están convencidos de que será otro fin de semana de fiesta, con la presencia de miles de fanáticos que se llegarán de distintos puntos de la Argentina y que durante tres días permanecerán en el mejor autódromo del país.
Paraná será testigo este fin de semana de una de las definiciones más abiertas en la historia del TC 2000. En sí, son cuatro pilotos los que buscarán en nuestra ciudad, en la última carrera de la temporada, la posibilidad de consagrarse campeones.
En el autódromo del Club de Volantes Entrerrianos (CVE) habrá 33 puntos en juego. Entre el actual puntero del campeonato, el chaqueño Juan Manuel Silva, y el cuarto posicionado, Martín Basso, hay 29 puntos de diferencia. De este modo, toda la emoción, la adrenalina y el vértigo de la categoría de mayor tecnología del país estarán resumidos en esta importante jornada que se realizará justo en el mejor autódromo de la Argentina.
Juan Manuel Silva (Honda Petrobrás), Matías Rossi (Chevrolet Elaion), Gabriel Ponce de León (Ford YPF) y Martín Basso (Ford YPF) fueron los más regulares a lo largo de todo el 2006 y hoy pelean la posibilidad de coronarse campeones tras una extensa y muy disputada temporada.
Ante ello, nuestra ciudad tendrá la chance de vivir y palpar el Gran Premio Coronación del TC 2000, justo con una definición tan atractiva como mediática y de la cual se habla en todo el país. Naturalmente la expectativa es enorme, y más allá de que esta categoría no arrastre la pasión y el “folclore” que si tiene el Turismo Carretera, los organizadores coinciden en que el Autódromo Ciudad de Paraná lucirá de gran forma, con una inevitable cantidad de concurrentes.
Actualmente, Juan Manuel Silva llega con 169 puntos, seguido por Matías Rossi con 163, Gabriel Ponce de León 159 y Martín Basso 140. En este marco, los más profundos analistas del automovilismo aseguran que Silva tiene todo para ganar y, a diferencia de sus contrincantes, está un paso más adelante para tomar la Copa con sus manos. No sólo porque Silva tiene más puntos que los otros tres pilotos en disputa, sino porque además cuenta con una envidiable experiencia para esta clase de cierre de año y porque llega revitalizado y motivado tras su gran desempeño en la última carrera, en la cual recuperó la punta del certamen.
En sí, Silva pasó de un estado de ánimo al otro en sólo 15 días. Hace un par de fechas, en Buenos Aires, su frustración fue grande y elocuente cuando cedió terreno con respecto a Matías Rossi, el gran ganador de aquella competencia y el que se perfilaba como firme candidato para el podio mayor y absoluto.
Sin embargo, en la anterior carrera disputada en Oberá el chaqueño puso en pista su chapa y su trayectoria y tras una inteligente jornada pasó al frente en el certamen, mientras que su más fuerte rival tuvo que abandonar y se quedó con las manos vacías.
“Son situaciones del automovilismo. Yo no me caí por lo de Buenos Aires. Al contrario, le pedí al equipo que trabajáramos porque nada estaba perdido”, dijo Silva en Oberá, tirándole encima a Rossi la experiencia y la sabiduría para este tipo de acciones.
Rossi recogió el guante y masticando bronca se animó a jurarle batalla a su adversario más directo: "Esto no incide en mi personalidad. Yo siempre salgo a ganar. Y en Paraná saldré con la misma mentalidad que tuve acá o en cualquier otro lado. Hay que estar equilibrado en todo momento. Estoy con mucho ánimo con miras a Paraná", dijo el muchacho de Del Viso.
Al margen de ello, ninguno de los dos deberá mirarse entre sí con actitud desafiante porque ante el menor descuido aparecerán los fantasmas. Gabriel Ponce de León, con perfil bajo y mucho sacrificio, juega desde afuera y no se quiere meter en la “novela”. Sabe que la lucha mediática entre Silva y Rossi le conviene. De hecho, su idea es pelearla de atrás, como lo hizo en Oberá, donde sumó puntos importantes y se metió de lleno en la discusión.
Justamente, antes de la largada en Misiones, Ponce de León le comentó por lo bajo a uno de sus más estrechos colaboradores: “Si quedo a 10 puntos del líder me iría chocho de la vida”. Sus deseos fueron órdenes, Ponce de León estuvo allá arriba y ahora la confianza es enorme de cara a la última fecha en nuestra ciudad.
“Busqué adelantarme en el comienzo, pero luego, cuando Silva quedó primero, no podía seguirlo. Es más, creo que El Pato cuidó su coche sobre el final, tenía resto", dijo el piloto ya en conferencia de prensa.
Martín Basso llega más alejado y con menos chances. Sin embargo, y como él bien dice, mientras haya posibilidades la lucha será a cara de perro. Basso está a 29 puntos de Silva con sólo 33 en juego en Paraná, aunque en el mundo del TC 2000 todo puede pasar: "Mientras haya chances yo daré pelea. Creo en los milagros".
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
