Silvio Méndez
Finalmente, esta semana el Concejo Deliberante de Paraná aprobó la modificación del presupuesto 2006. Con los votos oficialistas, amplió las partidas en poco más de 25 millones de pesos, de los cuales 16 serán destinados al pago de personal. La oposición sostuvo el rechazo de la propuesta en base a que el incremento no está justificado con ingresos genuinos o precisos. Asimismo, se reiteraron críticas por la delicada situación económico-financiera. También se apuntó a la discrecionalidad en el manejo de fondos de programas sociales y la creciente deuda del municipio. En este sentido, se adelantó que las condiciones se agravarían a partir de que la provincia estaría a punto de hacerse cargo de los compromisos que las comunas contrajeron en dólares, y que luego serían descontadas de las correspondientes coparticipaciones. Según algunas estimaciones, la deuda consolidada para este año podría trepar a los 90 millones de pesos.
Tiempos difíciles se avizoran para, sea quien fuere, en un futuro no muy lejano deberá hacerse cargo de las riendas de la administración ejecutiva municipal. Así lo vienen advirtiendo desde hace tiempo la oposición, analistas privados y, en voz baja, desde el propio partido de gobierno, a la luz del balance de cuentas de la capital provincial. El desequilibrio en la relación entre gastos e ingresos del municipio no sólo se puede observar en los números al rojo que arrojan las cifras de un creciente déficit. También, tal vez producto de la falta de previsión o una suerte de descontrol, en los parches a los que ha sido sometida la ordenanza del presupuesto comunal. Si bien la mal llamada “ley de leyes” es un cálculo que muy pocas veces se cumple a rajatablas, y son previsibles las modificatorias, ha sido notoria la insistencia del oficialismo por tratar de poner en caja algo que ya no puede disimular lo que parece ser un descalabro. Por su parte, desde las bancadas de la minoría en el Concejo Deliberante continúan, ya casi desahuciados, denunciando la situación crítica en la que parece desbocarse la contabilidad de la ciudad.
El último movimiento en torno al tema se produjo el lunes, cuando el cuerpo legislativo municipal aprobó con los votos del justicialismo la modificación del presupuesto 2006. La iniciativa modificó la proyección original aumentando las partidas en 25.145.000 pesos, de los cuales el grueso -16 millones- irán a erogaciones por haberes de personal. El resto, 4 millones para obras públicas; 3,5 para bienes de consumo y servicios no personales; 2,5 para amortización de deuda e intereses; 500.000 pesos irán a “transferencias” (asistencia directa de subsidios) y 250.000 para bienes de capital. Por otra parte, se restó 1.605.000 pesos a lo asignado a bienes preexistentes. Si bien el proyecto del Ejecutivo había sido ingresado el 14 de septiembre, la aprobación había sido frustrada en diversas oportunidades al no poder reunir las voluntades necesarias que, al fin antes que concluyera el año, cedieron.
Oficialmente se argumentó que la principal necesidad de los incrementos responde a la implementación de mejoras salariales y realización de trabajos públicos. Del mismo modo, que los dineros estarían respaldados por recursos propios, del Estado nacional, provincial, y del fideicomiso que el Banco Nación otorgaría por 16 millones de pesos destinados a obras. Estas justificaciones no han convencido a los ediles de la oposición, que apuntan que la plata comprometida no se corresponde efectivamente con los fondos que ingresarían, ya sea por los montos, como por el carácter al cual van destinados. En este sentido, lo que parece ser una constante, la información al día de los detalles sobre la ejecución presupuestaria municipal, sigue siendo un gran misterio. La escasa o nula información vuelve a tender un manto de dudas sobre la administración fiscal. Asimismo, la insuficiencia de los ingresos producto del descomunal aumento de tasas aplicado por la comuna desde principios de año, también desata preguntas sobre la efectiva utilización de los aportes de los contribuyentes. Como sumas finales de gastos, el presupuesto 2006 quedó estipulado en 182,5 millones en 2006, mientras ya el proyecto para el 2007 baraja una cifra que ronda los 240,3 millones.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
