Álvaro Moreyra
Pocos supieron, pero el test match entre Los Pumas e Irlanda jugado el sábado en Santa Fe estuvo a un paso de disputarse en Paraná. Esto fue un secreto guardado herméticamente en el seno de la Unión Entrerriana de Rugby (UER) pero que el viernes se le escapó a un dirigente, de segundo rango, y era el tema tratado por los paranaenses que estuvieron presentes en el Estadio Brigadier Estanislao López de Colón.
Como es de público conocimiento, la pulseada la terminó ganando la vecina ciudad. No solamente primó la infraestructura y la mayor capacidad de decisión y organizativa de la Unión Santafesina, sino que fue un factor preponderante el apoyo oficial y del sector privado, que entendieron que no solamente se trataba de un espectáculo deportivo, de gran relieve por cierto, sino también de una excelente postal para ubicar al suelo santafesino en el ámbito nacional e internacional, porque el partido fue transmitido para todo el mundo.
A años luces
No es ninguna novedad que Paraná está a años luces de Santa Fe en materia deportiva y otras tantas. Salvo la honrosa excepción del básquet (nuestra ciudad cuenta con dos equipos entre los mejores del país, uno en Liga Nacional, Sionista, y el otro en el Torneo Nacional de Ascenso, Echagüe, contra Unión de Santa Fe que juega en la Liga Nacional B), en el resto de las disciplinas estamos a años luces.
El deporte más convocante en el mundo, el fútbol, es el ejemplo más claro que explica la diferencia abismal entre las dos ciudades capitales, que están separadas por pocos kilómetros. Colón y Unión se codean con las mejores instituciones del país (El Sabalero juega en Primera División, El Tate en Segunda). De este lado del charco, Patronato es el exponente más importante con el que se cuenta, y hace casi 30 años está hundido en los torneos de ascenso, hoy por hoy en el Torneo Argentino B. Lo mismo sucede con las demás disciplinas, no con todas, sí con la gran mayoría.
El rugby, lógicamente por todo lo expresado anteriormente, no escapa a esta diferencia. A pesar de que Paraná y Santa Fe crecieron prácticamente de la mano, en lo estrictamente deportivo la brecha se ha ido acrecentando en los últimos tiempos. En materia clubes, esto queda demostrado cada vez que finaliza un Torneo Regional del Litoral. Los equipos de la vecina orilla siempre cierran su participación más arriba que los representativos de la UER y en la rama selecciones, la USR milita en la Zona Campeonato del Campeonato Argentino, mientras que Entre Ríos no logra salir del segundo escalón en el certamen más importante que tiene el país en el rubro competencia de uniones.
En la rama infraestructura, para albergar grandes eventos deportivos, mejor ni detenerse a hablar. Cruzando el río hay dos colosos que están en condiciones de recibir cualquier espectáculo al aire libre. Esto quedó demostrado el sábado cuando el estadio afincado en el Barrio Centenario, acostumbrado a respirar fútbol, tuvo que adaptarse al deporte de la guinda y se vio invadido por la gente del rugby, que colmó las instalaciones del Cementerio de los Elefantes para alentar al equipo que dirige Marcelo Loffreda.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
