-El 18 de marzo. Ciertos movimientos, reuniones y proyectos de formación de listas hacen que sea interesante volver a reflexionar sobre lo que deja el proceso electoral del 18 de marzo en la provincia. El dominio político muchas veces no se mide tanto por los porcentajes electorales como por los acontecimientos que desata. El triunfo del justicialismo el 18 de marzo tiene la particularidad de cubrir los dos aspectos. El porcentaje del 48 por ciento de los votos y el grueso 28 por ciento que saca a la segunda y tercera minoría son datos numéricos contundentes. Pero también vale considerar las derivaciones que tuvo el triunfo de la fórmula Urribarri-Lauritto en la evolución del escenario político posterior. Especialmente poniendo la mirada en la Lista 100, que jugó disputando la identidad del kirchnerismo y donde los resultados fueron tan contundentes como insoslayables. Sobre todo en el plano de disputar la identidad del kirchnerismo, a la Lista 100 le fue decididamente mal. El oficialismo ganó con soltura tanto en Paraná como en la ciudad de La Paz, derrotando a Julio y Raúl Patricio Solanas y Lidia Nogueira, figuras estas muy referenciadas en el kirchnerismo entrerriano.
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-La suerte del progresismo. Pero no solamente el kirchnerismo disidente de la Lista 100 sale mal parado en el proceso electoral reciente. En la Concertación Entrerriana hay afluentes del progresismo que rechazan al proceso abierto por el Presidente Kirchner, pero también existen otros que asumen como propio el proyecto nacional. El sector que aglutina el Partido Nuevo Espacio, donde milita el intendente de Gualeguaychú, Daniel Irigoyen, mayoritariamente ha manifestado su adscripción al kirchnerismo. Lo cierto es que estos sectores progresistas, kirchneristas y no kirchneristas, fueron igualmente derrotados por la propuesta del peronismo oficial. Es decir, el kirchnerismo que ha intentado generar alternativas por fuera del justicialismo oficial ha sido impotente en construir una propuesta atractiva y creíble. En el caso de la Lista 100 que, como ha sido dicho, fue encabezada por Julio Solanas, la propuesta resultó tan confusa que en lugar de atraer al electorado kirchnerista, el caudal electoral mayoritario se correspondió con el dominio territorial del menemismo residual. El rechazo electoral desencadena un proceso de tensiones en los agrupamientos afectados que parece no tener fin. Julio Solanas en sus aspiraciones públicas luego del 18 de marzo no pudo ensamblar una explicación que le permitiera sostener el espacio político que se había construido.
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-La fragmentación. En esta instancia no era un resultado anunciado. En todo caso se pensaba que era una tendencia latente el choque entre las posturas que aportaban a Elisa Carrió y aquellas que apostaban al éxito del Presidente Kirchner. Pero no bien se conocieron los resultados electorales y el magro 8 por ciento se plasmó como cifra definitiva, afloró la puja. El que abrió el fuego fue el único diputado electo por ese agrupamiento, Héctor de la Fuente. Este militante de Gualeguaychú, presidente del Partido Nuevo Espacio y del Concejo Deliberante del municipio de Gualeguaychú, anunció la disposición de ese agrupamiento por apoyar la fórmula del Frente para la Victoria, Cristina Fernández-Julio Cobos, y de promover a Beatriz Montaldo como candidata a diputada nacional. Los socialistas populares reaccionaron señalando su adhesión a Carrió y congregando a todos los radicales disidentes que se habían sumado en la Concertación. Eduardo Solari, que había acompañado la propuesta de la Concertación como candidato a vicegobernador y que esperaba ser proclamado poco menos que por aclamación como candidato a diputado nacional, al enterarse de la postulación de Montaldo reaccionó airado. Estos tiroteos sólo fueron el comienzo pues De la Fuente no se amilanó y siguió insistiendo en sus posiciones. Recientemente y en forma progresiva, cosa que nadie se infarte, De la Fuente fue trasparentando una relación de mucha intimidad con Juan Domingo Zacarías, el dirigente del PJ que se fue con Carrió y ahora retorna al bustismo. No sólo eso, superando en audacia a los exponentes más temerarios, recientemente el mismo De la Fuente firma una declaración en procura de la formación de una lista con Raúl Patricio Solanas y el concejal solanista Humberto Gracia. En circunstancias de tanta fluidez en el acontecer político, este deambular del diputado electo De la Fuente puede ser interpretado sanamente como la búsqueda de construir un espacio que aporte en forma positiva al proceso nacional que encabeza Néstor Kirchner.
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-El acto de Busti. Es una tentación permanente para el gobernador Jorge Busti eso de jugar la adhesión que tiene su figura de manera de hacer notar su liderazgo. La movilización convocada para el 22 de agosto tiene ese sentido. El mandatario se sintió agraviado por algunos cánticos entonados durante la movilización docente y convocó a un acto de desagravio. Tal como la mayoría de las movidas que se le ocurren al gobernador, tienen más que ver con posturas temperamentales. Las reflexiones vienen después, cuando el ímpetu inicial se apacigua. Seguramente como idea inicial el gobernador ha buscado en la movilización para el 22 una forma de contrarrestar la movilización docente con el respaldo que en la sociedad tiene su gobierno. Desde luego que en la misma órbita ha estado presente hacer notar al justicialismo y sobre todo al gobernador electo, que él Jorge Busti, sigue siendo capaz de pegar un grito y juntar una movilización con cierto peso. Por supuesto que al gobernador no se le escapa que en estas horas de la política entrerriana el único que se puede dar ese lujo es él. De todas maneras, no parece ser una medida indicada esta convocatoria. Es un error que cometen muchos el intentar medir lo que es una movilización gremial con un acto político. Lo político debe ser medido a través de acciones políticas y lo gremial con lo gremial. Abundan los ejemplos de referentes gremiales que han pretendido jugar su prestigio en la sociedad en pujas electorales y han resultado minimizados. El caso más inmediato y emblemático pues fue una figura sindical que concitó expectativas nacionales, sucedió en Jujuy con el dirigente de los trabajadores estatales, Carlos Perro Santillán.
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