A poco de la realización de una nueva edición del Maratón Acuático Hernandarias-Paraná existen más dudas que certezas sobre la confirmación de la tradicional prueba de aguas abiertas. Las autoridades de la nueva conducción de la Dirección de Deportes Municipal -que funcionarán bajo el mando de Roberto Camilo Ayala- confirmaron la suspensión de la prueba de aguas abiertas a raíz de una deuda correspondiente al derecho de admisión al circuito que organiza la Federación Internacional de Natación. La gestión que asumirá funciones el próximo 10 de diciembre se comprometió a reflotar la competencia en 2009 con aportes del sector privado. Como aconteció en 2002, otra vez la ciudad queda privada de ver en acción a los colosos del río.

Marcelo Comas

El Comité Organizador de la Hernandarias-Paraná tiene una deuda pendiente con la Federación Internacional de Natación (Fina) que data la edición anterior. El equipo que tuvo a su cargo la organización de la prueba en 2007 tenía tiempo hasta fines de noviembre para confirmar la fecha del año venidero, pero pagando el pasivo que consistía en el derecho de admisión al circuito. Lógicamente no pagó y el nuevo calendario se armó sin Paraná.

El flamante subsecretario de Deportes Municipal, Roberto Camilo Ayala, no está dispuesto a asumir el costo político que tiene hacerse cargo de ese pasivo. Por lo tanto, decidió suspender la prueba con el compromiso de recuperarla en 2009.

Consultado por ANALISIS, el actual subsecretario de Deportes de la provincia, Luis Carlos Díaz, admitió que la deuda con la Fina asciende “a 5.000 dólares” y hasta el momento ninguna autoridad gubernamental podía asegurar que ese monto pudiera saldarse en los tiempos estipulados. Según Díaz, el intendente de la gestión saliente, Julio Solanas (PJ), había conversado acerca del tema con Ayala y en ese intercambio de opiniones acordaron llevar adelante la competencia. Aunque después todo quedó en la nada. “Posiblemente perdamos la Hernandarias-Paraná por cuestiones económicas”, expresó con un dejo de tristeza el titular de la cartera deportiva.

Dimes y diretes

En esta historia los funcionarios reparten informaciones cruzadas que dejan al descubierto las falencias estructurales que todavía persisten en materia de política deportiva. Y este es el caso del director de Deportes Municipal, Juan Carlos Godoy, quien aseguró en diálogo con este semanario que antes del 10 de diciembre quedará saldada la deuda de 5.000 dólares correspondientes a los derechos de inscripción con la Fina. El funcionario lanzó esta afirmación luego de un compromiso asumido por el intendente Solanas con la Federación Entrerriana de Natación (FEN) y la Confederación Argentina de Deportes Acuáticos (CADDA), entidad que reclama que se abone dicha suma y así girar el dinero a la Federación Internacional. Sin mayores preámbulos, el titular del organismo afirmó: “Se pagan”, respecto de la cifra adeudada a la Fina en concepto de inscripciones.

Entre los temas abordados, el docente sacó a la luz una supuesta reunión que habrían mantenido el jefe comunal y el próximo titular de la cartera de Deportes en el ámbito municipal, pero negó haberse reunido diciendo “que son todas mentiras”, y acotó que “el Maratón Hernandarias-Paraná se va a realizar tal como estaba estipulado. Hasta fin de año hay tiempo para confirmar la fecha, pero antes de culminar nuestra gestión saldaremos la deuda con la Fina”, admitió.

Según indican los estatutos de la Fina, el plazo para confirmar la fecha expiraba en noviembre, y todo hace prever que el dinero nunca llegará a las manos de la dirigencia de aguas abiertas. Pero la historia se remonta al 21 de enero de 2007, cuando la Fina confirmaba a la capital entrerriana como sede de una nueva edición del Maratón Internacional Hernandarias-Paraná. Aquella vez aunaron esfuerzos para organizar la prueba el Comité Organizador integrado por las fuerzas vivas de la ciudad, la Municipalidad de Paraná y el gobierno provincial. Es cierto que en esa oportunidad se aseguraron con tiempo el pago de 10.000 dólares correspondientes a los premios de los nadadores, aunque quedaban pendientes los 5.000 dólares destinados a los derechos de admisión.

Un artículo publicado en este semanario anunciaba por aquellos días que “para el 21 de enero fue programada una nueva edición del Maratón Hernandarias-Paraná, la prueba más larga del mundo en la especialidad de aguas abiertas. Pero en esta oportunidad se presentará un inconveniente que actuará como escollo insalvable para los organizadores: la mayoría de las carreras del calendario de la Federación Internacional de Natación consta de 10 kilómetros de extensión, en cambio, la Hernandarias-Paraná suma 78 kilómetros a ese recorrido, lo que complicaría el arribo de participantes”, mencionaba el informe.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)