Juan Cruz Varela
Nada permite avizorar en el horizonte que para el 30 de junio se pueda arribar a una solución en el conflicto agropecuario. Si esto se diera así, Juan Echeverría, uno de los más efusivos y combativos productores que se encuentran en el túnel subfluvial, deberá abandonar la ruta para sentarse en el banquillo de los acusados, ya que será juzgado por evasión impositiva por el Tribunal Oral Federal de Paraná, según pudo saber ANALISIS. El histórico dirigente de la Federación Agraria Argentina reconoció las imputaciones pero apuntó contra el gobierno provincial y nacional por el avance que ha tenido una causa que data del año 2002 y, mientras cosecha adhesiones de compañeros de ruta que cuestionan la criminalización y judicialización de la protesta y advierten que no claudicarán, prepara la estrategia defensiva para el juicio en el que podría ser condenado a entre dos y seis años de prisión.
Intendentes amenazados, gobernadores cooptados, productores investigados; y ahora, la judicialización de la protesta, sean opositores políticos o chacareros en las rutas. Ese parece ser el nuevo escenario en la disputa entre el gobierno y el campo, instalado a partir de la detención de ocho ruralistas en la localidad bonaerense de San Pedro, pero que ya tiene su correlato en la provincia de Entre Ríos.
Juan Alberto Echeverría es el vicepresidente de la Seccional Entre Ríos de la Federación Agraria Argentina y uno de los cuadros de mayor formación de la entidad. Es veterinario, tiene 55 años, está casado y tiene dos hijos. Su militancia data de la década de 1970, en aquel entonces vinculado a las Ligas Agrarias de Corrientes. Cría vacas y chanchos en Hernandarias, una pequeña localidad ubicada 88 kilómetros al norte de Paraná, fue uno de los creadores de la Federación de Productores Tamberos de Entre Ríos, y mientras recuerda su fallido intento como productor lechero, hoy se lo ve diariamente detrás del mostrador en el negocio familiar que atiende su padre, un maestro rural de 84 años.
En 30 años ha mantenido una coherencia y una línea de conducta de defensa de los sectores más castigados del sistema productivo y hoy es uno de esos que ha escapado al destino de desaparición que afectó a más de 300.000 productores que tuvieron que ceder ante los bancos, grupos concentrados, terratenientes y sociedades anónimas.
Aunque su rostro es menos conocido que el de Alfredo de Ángeli, ha sido el pilar de la protesta que sostienen los productores en el lado paranaense del túnel subfluvial, a través de encendidos discursos en los que combina definiciones políticas, denuncias y datos.
El 2 de abril, por ejemplo, dijo desde el púlpito: “No somos golpistas, la golpista es la voracidad el poder central que se lleva 12.000 millones de dólares en retenciones a una sola chequera central, unitaria, rompiendo el federalismo, rompiendo a los pueblos del interior y expulsándonos del campo. Los pequeños y medianos productores, los que hacemos el litro de leche, el kilo de carne, la naranja, el arroz somos los que hacemos la soberanía alimentaria en la Argentina. Eso es democracia”. Ese día los productores levantaron los cortes de ruta que había dejado al país al borde del desabastecimiento. Un mes después, tras intensas pero vanas rondas de diálogo, volvió a cargar contra el gobierno nacional: “Es imposible sentarse en una mesa de negociación con una manga de corruptos y ladrones”, y aseveró que de los 2.400 millones de dólares que el Estado recaudaría por las retenciones a la exportación de soja, “1.600 millones fueron regalados a los grupos exportadores”.
También repartió críticas para el gobierno provincial. El 18 de mayo, tras la renuncia de Héctor Motta como secretario de la Producción, el dirigente afirmó que “con Sergio Urribarri como gobernador no puede venir nadie vinculado seriamente a la producción porque este gobierno está en contra de los productores”. Y esta semana, en un multitudinario acto en la Plaza de Mayo de Paraná, volvió a descargar su bronca afirmando que la riqueza que produce la tierra “está concentrada en la billetera de nuestra Señora Presidenta y en las empresas pro rendatarias de este gobierno”, y acotó que “la concentración que está haciendo este gobierno es la más feroz que jamás se vio en la Argentina”, para finalmente, aseverar: “No queremos más a la virreina con los delegados por provincia, como el delegado Urribarri que tenemos en Entre Ríos, que se deja manejar con la chequera kirchnerista y se arrastra como culebra para conseguir la reparación histórica”.
Para entonces, el gobierno ya había posado la mira sobre él y, curiosamente, la Justicia Federal desempolvó y reactivó dos viejas causas en su contra. Echeverría está acusado por infracciones a la Ley Penal Tributaria y en medio del conflicto agropecuario fueron elevadas a juicio dos causas en su contra. El Tribunal Oral Federal de Paraná fijó fecha para el 30 de junio a las 9 para el inicio de las audiencias, según informaron fuentes tribunalicias a ANALISIS.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
