En el túnel

Edición: 
822
El futuro de los empleados de las AFJP

Federico Malvasio

Incertidumbre, desconfianza, bronca y temor son algunas de las sensaciones que corren por la piel de los empleados de las AFJP por estos días. Mientras se enteran por los medios de sus posibles destinos, desde las empresas la línea que se baja es de “cautela”. Algunos hasta se animan a soñar con un escenario en el Congreso similar al vivido cuando se abortó la Resolución 125. La falta de conciencia gremial y la concepción empresarial de los trabajadores son las claves para entender el rechazo casi unánime a la iniciativa oficial. ANALISIS también recavó posiciones diferentes entre ex empleados que ahora, desde afuera, analizan la situación con otros argumentos.

“Estamos desconcertados, no sé en qué va a terminar todo esto”. La frase no alcanza para resumir el estado de ánimo que tienen los empleados de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) que operan en Paraná. Los anuncios y garantías respecto a las fuentes laborales anunciadas por el gobierno nacional no alcanzan para amenizar “la bronca” y “el desconcierto” de los trabajadores que, por estos días, se reúnen entre colegas para ver qué hacer en caso de que el Congreso termine eliminando el sistema de jubilación privada. Ya comenzaron a consultar a abogados laboralistas.

Antes que nada es necesario aclarar que a lo largo de esta nota no aparecerán nombres propios de empleados, ni referencia a qué AFJP pertenecen. Muchos de los trabajadores de las sucursales que operan en esta capital se negaron a hablar. La respuesta frente a cada uno de los requerimientos de testimonios por parte de este semanario fue contestada en una hojita de papel con un número de teléfono con característica de Buenos Aires. “No estamos autorizados a hablar con la prensa, está establecido como norma.

Hable a este número”, fue más o menos la respuesta de dos trabajadores de diferentes firmas. De todos modos, hubo algunos que se animaron a hacerlo, siempre bajo el pacto de anonimato total.

“Esta loca habló pestes de las AFJP”

El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, puso este lunes formalmente en funciones a la comisión que estudiará el caso de los empleados de las AFJP y convocó a los representantes sindicales y de los fondos de pensión para iniciar el relevamiento informativo sobre el tema.

La resolución de la cartera laboral que conformó la comisión prevé que a través de las áreas competentes se realizarán los actos necesarios tendientes a preservar el empleo de los dependientes de las AFJP. Mientras se debate la ley que define el futuro del sistema jubilatorio, Trabajo puso a disposición de los empleados un número telefónico para efectuar consultas y una cuenta de correo electrónico para comunicarse. Los trabajadores pueden llamar a partir del martes pasado al 0800-222-9999 y solicitar información por medio de la cuenta de e-mail: trabajadoresAFJP@trabajo.gov.ar. “No haremos ninguna consulta, ni mandaremos mail, nuestros supervisores nos dijeron que, de hacerlo, no hacemos otra cosa que mostrar debilidad”, dijo un empleado, que contó que el contacto con los superiores de la casa matriz es permanente.

Si bien ya está acordado que en caso de que se apruebe el proyecto de ley del gobierno para pasar al Estado los fondos y la administración de las cuentas de las AFJP los empleados de la Superintendencia de AFJP se integrarán a la Ansés y a la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, las dudas son enormes y el pánico explícito. Pese a que la novedad ya fue informada a los empleados de ambos organismos estatales, no quieren saber nada.

“Todo eso es para dilatar la cuestión, nosotros creemos que no todos se van a salvar”, dice un empleado que se dedica a hacer afiliaciones y a vender seguros y tarjetas. “Según unas consultas que hicimos a algunos abogados laboralistas, no hay un artículo en el proyecto que a nosotros nos garantice el trabajo. Lo más probable es que nos quedemos sin laburo. Sin dudas iremos a la Justicia, pero hasta tanto no se sancione la ley no podemos hacer nada”, agrega.

En tanto, el personal médico, técnico, auxiliar y administrativo que trabaja en las comisiones médicas pasará a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo.

La propuesta oficial no satisface “a nadie” en las oficinas de las administradoras. La cuestión por estos días no pasa por el salario. Lo ven como una discusión a futuro, si es que se da. El rechazo en principio es ocupar un lugar en la administración pública. “Yo no quiero trabajar en la Ansés, donde la mayoría de los que tienen un cargo ahí es por cuestiones políticas. ¡Te imaginás con la cara que nos pueden llegar a mirar! Hasta el día de hoy, cuando vamos a hacer un trámite al Ansés, nos tratan mal y hasta nos cajonean las carpetas”, acusó un empleado y aseguró que después de todo esto será “peor”, ya que “esta loca habló pestes de las AFJP”. Las flores son para Cristina Kirchner.

Una y otra vez dejan en claro que la absorción del Estado para conservar las fuentes “es un castigo”. Las explicaciones las veremos más adelante. De todas maneras, creen que el proyecto de ley “es una fantochada”. “Quiero creer que con esto va a pasar lo mismo que pasó con la Resolución 125 y que no va a salir”, se ilusionó uno.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

Deportes

Sionista

Sionista visitará a Unión, en Crespo, en un partido que pondrá cara a cara a dos equipos que necesitan ganar.

Werner

Mariano Werner analizó su victoria en Toay y destacó que tuvo un "poco de suerte".

Pitu

Arnaldo González mostró su frutración tras el empate frente a Talleres de Remedios de Escalada.

Malvinas sacó ventaja en el encuentro de ida de las semifinales.

San Benito ganó sus dos primeros partidos y lidera la Liga Femenina.

El "Pingüino" venció a Oro Verde en el clásico y marcha segundo en la tabla.

Defensores de Pronunciamiento ganó por 3-1 jugando como local.

El "Fortín" celebró la clasificación a la final en los vestuarios.

Werner se quedó con la victoria y ahora lidera el campeonato.

Opinión

Por Eduardo Aliverti (*)
Por Selva Almada (*)
Por José Federico Mastaglia (*)  

(Foto ilustrativa: Cedoc)

Por Ladislao Uzin Olleros (*)