Silvio Méndez
Todo parece indicar que el intendente José Carlos Halle se encamina a definir el nuevo cuadro tarifario que regirá para el transporte urbano de pasajeros. Tras el pedido de los empresarios planteado a fines del año pasado de un aumento en el boleto del 60 por ciento, y las tres audiencias públicas celebradas en mayo para discutir el servicio, para esta semana el jefe comunal anunció el comienzo de una nueva serie de encuentros con vecinos. Las reuniones se llevarán adelante en las unidades municipales y serán para abordar con los empresarios el recorrido, las frecuencias, los horarios y todo lo referente a la prestación del transporte de ómnibus, se dijo. Si bien no se ha confirmado oficialmente, todo parece indicar que estas acciones tienden a allanar el camino para autorizar un incremento del costo del pasaje que rondaría un “salomónico” 30 por ciento.
Como se recordará, el poder de fijar el costo del boleto sigue en manos del intendente, luego de que en abril de 2006 –durante la gestión de Julio Solanas-, mediante la ordenanza Nº 8.570 se delegó a manos del Ejecutivo esta facultad que detentaba el Honorable Concejo Deliberante (HDC). De todos modos, se debe reconocer que el cuerpo legislativo de la ciudad ha sido esquivo en recuperar esta autoridad, ya que presentados tres proyectos para que volviera el mando a su ámbito, los concejales no se han decidido en avanzar en la materia. Cabe apuntar en este sentido que en 2008, el edil Emanuel Martínez Garbino (Concertación Entrerriana) presentó un proyecto para revocar la medida. También lo hizo en 2009 el propio presidente del HCD, Pablo Biaggini (PJ), y recientemente la concejala Cristina Sosa (PJ) ingresó una propuesta para que el Concejo sea quien analice y establezca el precio de los pasajes.
Entre sus fundamentos, esta última presentación reconoce que las mayores críticas al servicio son las fallas en las frecuencias, el incumplimiento de abono para estudiantes, que no haya unidades adaptadas para personas con discapacidad, a lo que se le suma un “estado deplorable de las ‘garitas’ o ‘apeaderos”, enumera.
La iniciativa de Sosa sostiene asimismo que “todo ese cúmulo de reclamos ciudadanos hace constatable la necesidad de un ente que realice un seguimiento y control sistemático del funcionamiento del sistema de transporte colectivo en la ciudad. La trascendencia e impacto social del servicio para toda la ciudadanía, así por la magnitud de los montos económicos involucrados sea en inversiones privadas como en subsidios por parte del gobierno nacional, provincial y municipal; cuestiones que por su trascendencia social y económica ameritan un análisis riguroso y transparente, que incluya la diversidad de intereses y puntos de vista, nos lleva a resolver la reasunción, por parte del Honorable Concejo Deliberante de sus funciones plenas para sugerir, proponer y exigir el cumplimiento de determinadas condiciones con que ha de funcionar el transporte urbano de pasajeros en la ciudad de Paraná”, se argumentó. Y en esta línea, la propuesta de ordenanza también se plantea otorgar un lugar de consulta a la hoy fantasmagórica Mesa del Transporte.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
