Pablo Rochi

¿De quién es la culpa de que Palermo camine desde hace años por la cornisa? ¿De la gestión de Adalberto Battauz, que fue la que pidió un crédito que lo puso en serios aprietos? ¿Del resto de la dirigencia, que guió posteriormente sus destinos en estos últimos años, llámense Julio Goyeneche, Alberto Chiche Taleb, Emilio Riquelme, Cayetano Militello? ¿O de los pocos socios que no se acercaron para controlar lo que hacía la dirigencia de turno? Todos hablan, todos opinan y muchos prometen… Pero no pasa nada, la solución no llega y Palermo, otra vez, estuvo “ahí” de desaparecer.

La historia comenzó allá por 1997 cuando la Comisión de Adalberto Battauz se sentó a hablar con el entrenador Luis Yacaré Uzín para ofrecerle se hiciera cargo del equipo de Primera División que jugaba en la Liga Paranaense de Fútbol: “Mirá, yo no quiero sueldo, yo quiero que ustedes me compren un auto 0 kilómetro como pago de mis servicios”, les había dicho en aquel entonces Uzín a los directivos de Palermo, y ellos aceptaron la propuesta.

Ante la falta de dinero disponible, Battauz y compañía decidieron solicitar un crédito por 6.000 pesos en la financiera Orfim SA. El dinero fue otorgado y el auto comprado, pero el pago a la financiera nunca se concretó. Hoy, 13 años después, los 6.000 se transformaron en casi 400.000 pesos y Palermo late con respirador artificial.

En sí, lo sucedido días atrás no es la primera vez que deja en jaque mate a Palermo. En otras oportunidades este club estuvo al borde del remate por su deuda con la financiera Orfim. En cada una de ellas terminó acordando un plan de pago, el que, desde luego, nunca su cumplió. Ante ello surge la pregunta de millón: ¿cómo dejaron pasar tanto tiempo y no cumplir con lo pautado?

Falta de coherencia

Cuando Palermo concretó el préstamo por 6.000 pesos, la cancelación del crédito estaba asignada en cuotas de 180 pesos, totalmente pagables. Años después, y por el incumplimiento de la entidad deportiva, la deuda debió ser refinanciada. En el 99 el monto alcanzó los 11.576 pesos, por lo que hubo que concretar un nuevo plan de pago en 24 cuotas. Según averiguó este semanario, se comenzaba abonando seis cuotas de 350 pesos, y se seguía así: seis de 450, seis de 500, seis de 550 y finalmente seis de 600 pesos.

Por segunda vez la dirigencia palermitana tampoco cumplió con lo pautado. La mencionada financiera acudió a la Justicia e inició las correspondientes acciones legales. La primera fecha de remate fue abril del 2006, pero Palermo pudo salir adelante y evitar la desaparición de su predio.

Desde ya que no fueron tiempos fáciles de ahí en adelante. De hecho, Personería Jurídica debió intervenir ante denuncias de socios y allegados por malas administraciones. Por aquel entonces, el último balance presentado había sido el correspondiente al año 2000, pero ya desde 1994 no había sido aprobado ninguno por falta de documentación.

La Dirección de Inspección de Personas Jurídicas solicitó la conformación de una Comisión Reorganizadora, que pocas semanas después comenzó a cumplir funciones en el club con la finalidad de ordenarlo legalmente. Posteriormente convocó a una Asamblea para elegir nuevas autoridades y de aquella convocatoria eligió a Cayetano Militello como presidente.

“Lamentablemente encontramos el club en un estado calamitoso en cuanto a instalaciones, mobiliario y con casi todo deteriorado. Está irreconocible. Tampoco tuvimos eco a una invitación realizada por el presidente saliente, Emilio Riquelme”, dijo Militello en nota publicada por ANALISIS.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)