Oscar Londero
(Especial para ANALISIS)
El mes próximo, en cuestión de días, comenzará una nueva edición de la Copa América. Y con ella vendrán, entre otros, avisos publicitarios de una cerveza, una gaseosa, un banco, una automotriz, una empresa de telefonía celular, otra de ropa deportiva y una tarjeta de crédito que llamarán a alentar al seleccionado nacional de fútbol. La escena, que será una repetición de las vistas ante cada competencia de relevancia en las que intervino Argentina en el último tiempo, responderá a la más pura lógica capitalista. Las firmas, con la excusa de ser patrocinadores oficiales de la Selección, buscarán también vender más productos y servicios.
Habrá promociones, sorteos, premios de dudosa entrega y una maquinaria publicitaria puesta al servicio de un objetivo. Como tantas otras veces los auspiciantes tratarán de crear la necesidad de adquirir aquello que muchas veces no se necesita. Los avisos se escucharán por radio, se verán por televisión, cubrirán espacio en las carteleras publicitarias urbanas y ocuparán páginas de diarios y revistas. Será, como tantas otras veces, una repetición hasta el hartazgo con la excusa del fervor que genera el fútbol.
La referencia viene a cuento porque seguramente una algarabía semejante fue la que hace un año llevó al gobierno de Entre Ríos, con el seleccionado disputando instancias decisivas del Mundial de Fútbol, a destinar fondos públicos para la elaboración de unos afiches que ocuparon carteleras urbanas durante 10 días. La imagen mostraba a un joven con su cara pintada de celeste y blanco, al tiempo que su cabeza estaba cubierta con un gorro que tenía los colores patrios. A su lado aparecía una leyenda que decía: “20 de Junio, Día de la Bandera (y del gorro y de la vincha). Vamos Argentina-Entre Ríos entre todos”.
Ése fue el nombre de la campaña publicitaria, según consta en el decreto 1.739/10 GOB, fechado el 18 de junio del año anterior. La norma, que fue firmada por el gobernador Sergio Urribarri y el ministro de Gobierno, Adán Bahl, marcó el fin de un acto administrativo iniciado a instancias de la Dirección General de Información Pública (DGIP).
En su vistoso aviso publicitario el gobierno provincial no hizo alusión a ningún tema de interés público. Tampoco aprovechó el espacio para dar cuenta de lo hecho en algún organismo estatal.
Proyecto carteles
El decreto, de acuerdo con los registros estatales, recién fue publicado en el Boletín Oficial tres meses después. La norma, según surge de la consulta en la página oficial de la provincia –www.entrerios.gov.ar/wsdecreto- apareció en el ejemplar del 15 de septiembre del año pasado. Así pudo saberse que Urribarri autorizó la realización de afiches de 1,48 m x 1.09 m y “la contratación de publicidad estática en cartelera en la vía pública (…) para el aviso oficial ‘20 de Junio, Día de la Bandera (y del gorro y la vincha)’ durante el período comprendido entre los días 20 y 29 de junio del corriente año, para lo cual fue contratada la firma Tep SRL por un monto total de pesos cuarenta y cuatro mil ($ 44.000)”, con la orden de publicidad número 954/10 emitida por la DGIP.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
