Claudia Martínez
(Especial para ANÁLISIS)

“Yo no tengo casete” dice defendiéndose de los clichésa los que suelen recurrir otros jugadores. Sebastián Hernán Bértoli nació en la Clínica Modelo de Paraná, un16 de octubre a la una de la mañana, segúncuenta en detalle. Hoy, con 37 años y un montón de cosas vividas, es el líder de Patronato y figura del equipo que lidera el Nacional B.

Sentado en la platea del club, no tiene problemas para hablar de todo, de contar su vida, sus primeros pasos y cómo se hace para permanecer tanto tiempo en el mundo del fútbol.

—¿Siempre quisiste ser jugador de fútbol o te hubiera gustado ser otra cosa?
—Siempre quise ser esto. Siento que es para lo que he nacido, creo que cada uno nace con un don de algo. Dios nos manda a la vida con algún don: algunos, reposteros; otros, otra cosa. Y yo creo que siempre, desde muy chiquito, me dediqué al deporte, al básquet, al fútbol en su momento. Me dediqué luego al futbol porque sentí que yo era para el fútbol. La vida me fue llevando a mi actualidad en el fútbol Siempre me vi así, como soy, pero en la vida tuve que hacer de todo. Desde freír papas hasta manejar un taxi, cuando estaba en un nivel inferior en cuanto a categoría de fútbol.

—¿Y el taxi como vino…con tu papá?
—Sí, mi viejo tuvo taxi toda la vida y, mientras estudiaba, era una ayuda económica para mí y para ellos también. Mantenía mis gastos de estudio, mis objetivos personales. Ya sea unas zapatillas o una cama o ir haciéndome mi casita, que la hicimos con mi señora desde muy chicos. Lo hacía trabajando con el taxi porque era en ese momento el único trabajo que podía hacer y manejar los horarios para poder estudiar, trabajar y jugar cuando tenía el tiempo disponible.

—¿Dónde hiciste papas fritas?
—En el Patio Martin, donde trabajé un tiempo…

—¡No te puedo creer! Tenés entonces una veta de cocinero...
—Más o menos cocino. Lo normal. No soy un chef, pero me animo a platos raros a veces. Por ejemplocarne al horno rellena con espárragos, con un montón de cosas, pero bueno... cosas que veo en la tele. La verdad, todos los días cocino, pero en un lapso corto de tiempo, que coma rápido… sinceramente hago comida rápida.

—¿Cómo entraste a trabajar en un patio de comidas?
—Para una empresa que concesionaba el lugar, que era Norte, y concesionó el patio Martín y el patio de comidas de calle México, donde ahora hay un gimnasio. Teníaesos dos patios una empresa de Buenos Airesque se dedicaba a la comida de los hospitales. Y bueno, se quiso dedicar al rubro de patio de comidas y arranco por ahí. Era del esposo de una prima mía, de Buenos Aires. Estaba con mi mamá, que era la encargada, y yo la reemplazaba en las compras y en la caja. Por ahí me tocó hacer una que otra papa frita. Yo siempre digoeso porque salía de trabajar con un olor a papa fritas terrible y de ahí venía a practicar.Al principio mis compañeros se reíanporque venía pasado a fritura, pero no fue mucho el tiempo que pude hacer las dos cosas juntas. En ese momento con Luis Murúa,acá en el club, más allá de que estábamos en el Argentino B, él vino con la idea de que había que profesionalizar lo que más se pudiera al jugador. Y él hizo lo más posible para que dejara de trabajar, dándome una mano para que me dedique cien por ciento al futbol.
Trabajé poco tiempo ahí. Eso fue Argentino B. No nos fue bien. No tenía ese trabajo y me quedé un poco en el aire; ahí compre un auto y lo puse de remis. Tuve que trabajar y me salió la licencia, tuve mi taxi particular y ahora tengo lo mismo. He hecho de todo un poco. He vivido como he querido.

(Más información en la edición gráfica número 1022 de ANALISIS del día 11 de junio de 2015)