Pablo Rochi
Con serias falencias estructurales, sin un norte y con un panorama sombrío, el fútbol argentino experimenta una de las realidades más preocupantes de su rica historia.
Bajo un manto de sospecha permanente y con recursos cada vez más pobres, ganar como sea se transformó en el único medicamento que corta la fiebre y es el toldo mejor diseñado para tapar todo tipo de problemáticas.
En el actual torneo de Primera División hay un dato que revela la desesperación que hay en los clubes por lograr una racha positiva que permita trabajar tranquilos y darle continuidad a todo tipo de gestión. Se trata de registros que indican que el resultado está por encima de todo, cuando en realidad no debería ser así.
El fin de semana pasado se disputó la 19° fecha. Desde el inicio del actual torneo a la actualidad fueron 27 los cambios de entrenadores que se realizaron en diferentes clubes. Son números tan negativos como alarmantes.
Paralelamente, de los 30 clubes que participan en la competencia, son sólo 11 los que sostienen a sus entrenadores desde la primera fecha. El resto los cambió y en muchos casos hasta más de una vez.
En este contexto, Patronato es una de las pocas entidades que no se dejó ganar por la incertidumbre, se mantuvo firme en sus decisiones y confió en la continuidad de su director técnico. Lo hizo al margen de que los resultados no acompañaron al equipo en las primeras fechas y muchos fueron los que pidieron la salida del DT Rubén Forestello.
Vale la pena insistir con esta estadística: 19 fechas jugadas y 27 cambios de entrenadores.
La revelación es tan llamativa como curiosa, al tiempo que deja al descubierto la falta de coherencia de dirigentes y entrenadores, quienes se reúnen por vínculos de trabajo y proyectos de mediano o largo plazo, pero todo queda supeditado al asterisco “resultado”.
Desde que se puso en marcha el torneo de Primera División, el 63 por ciento de los entrenadores ya fueron removidos de sus cargos. Hasta aquí, sólo Estudiantes, Lanús, Patronato, Talleres, River, Boca, Newell´s, San Lorenzo, Banfield, Atlético Rafaela y Gimnasia de La Plata iniciaron el certamen con un DT y no lo sustituyeron. En el resto hubo cambios.
(Más información en la edición gráfica número 1056 de la revista ANALISIS del día miércoles 12 de abril de 2017)
